Miles de civiles, sobre todo mujeres, niños y ancianos, están atrapados en la asediada ciudad de Severodonetsk, principal foco de los combates entre rusos y ucranianos, con un suministro cada vez menor de alimentos, agua potable, saneamiento y electricidad.

De acuerdo a lo que manifestó a la prensa el portavoz de asuntos humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas, Saviano Abreu, la situación es particularmente urgente en las instalaciones subterráneas ubicadas en la planta química Azot. Si bien para este miércoles estaba anunciada la instalación de un corredor humanitario para permitir la salida de la ciudad de los civiles, esto no fue posible porque los enfrentamientos no cesaron, a pesar de que autoridades rusas habían instado a los ucranianos a deponer las armas.

Mientras la guerra sigue en muchos puntos del territorio ucraniano, nada hace ver que el conflicto vaya a tener un final cercano; todo indica que sucederá lo contrario.

En este sentido, el miércoles el gobierno estadounidense que preside Joe Biden anunció que enviará a Kiev un nuevo paquete de material bélico por valor de 1.000 millones de dólares. Entre el equipamiento que se mandará a Ucrania para intentar detener los avances rusos se incluyen sistemas de defensa costera y municiones para artillería y sistemas avanzados de cohetes.

“Nos mantendremos en esta posición el tiempo que sea necesario”, expresó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, cuando se le preguntó durante una conferencia de prensa por el compromiso con Ucrania al acabar la reunión que tuvo en Bruselas con los ministros de Defensa de los países que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), más los representantes de otras naciones que están apoyando a Ucrania. El alto mando militar estadounidense agregó que la guerra está en un “momento crucial” y Estados Unidos y sus aliados “no pueden perder el foco” del conflicto, de acuerdo a lo que consignó El País de Madrid.

En la misma línea que Lloyd Austin se manifestó el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, quien dijo que los países occidentales tienen que enviar armamento pesado a Ucrania, particularmente para detener la ofensiva rusa en la región del Donbás, en el este del país.

“Ucrania debería tener más armas pesadas”, afirmó el diplomático nórdico en una conferencia de prensa en la ciudad neerlandesa de La Haya tras reunirse con representantes de algunos países de la alianza militar. Por otra parte, Stoltenberg confirmó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, será invitado a la cumbre de los líderes de la OTAN que está programada para fines de este mes en Madrid.

“Zelenski será invitado a la cumbre de Madrid para pronunciar un discurso ante todos los líderes. Nos encantaría su presencia personal, pero si no puede hacerlo, tendrá la oportunidad de intervenir por videoconferencia”, afirmó Stoltenberg.

También este miércoles desde Moscú llegó una noticia significativa; desde el Kremlin se informó que el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvo una conversación con su homólogo chino, Xi Jinping. En un comunicado publicado por la presidencia rusa consignado por la agencia oficial TASS, se asegura que se logró un acercamiento con Pekín “en las áreas energética, financiera, industrial y de transporte”, entre otras, “aunque la situación económica internacional se ha vuelto más complicada” por las sanciones occidentales.

Según el comunicado del Kremlin, el presidente Xi Jinping “destacó la legitimidad de las acciones adoptadas por Rusia para proteger sus intereses nacionales básicos frente a los desafíos a su seguridad creados por fuerzas externas”. De todas maneras, desde Pekín se expresó en varias ocasiones en las últimas semanas que Rusia y China son socios pero no aliados, aunque en este caso la definición de qué es una cosa u otra es algo vidriosa. Según el comunicado difundido por el Kremlin, Putin y Xi confirmaron “su disposición para estrechar su coordinación y el apoyo mutuo en varios formatos multilaterales, incluida la ONU”.

También se expresó sobre la conversación entre los líderes la televisión china, que remarcó que su país “está dispuesto a desarrollar una estrecha interacción estratégica con Rusia, a prestar apoyo mutuo, teniendo en cuenta los intereses clave de ambas partes en materia de soberanía y seguridad nacional”.