El embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, informó ayer que el Departamento de Estado de su país le denegó el ingreso a su territorio al expresidente Horacio Cartes por actos de “corrupción significativa”. La medida abarca también a los tres hijos de Cartes, Pablo, Sofía y María Sol Cartes Montaña, y supone que “no sean elegibles para ingresar a los Estados Unidos”.

La declaración del Departamento de Estado menciona que durante la presidencia de Cartes hubo “acciones que socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de Paraguay al contribuir a la percepción pública de corrupción e impunidad dentro de la oficina del presidente del Paraguay”.

Según informó el diario paraguayo La Nación, Ostfield dijo que esta medida reafirma “el compromiso de los Estados Unidos de combatir la corrupción, que perjudica el interés público, obstaculiza la prosperidad económica de los países y reduce la capacidad de los gobiernos de responder de manera efectiva a las necesidades de su gente”.

Consultado por periodistas sobre los motivos de esta decisión, dijo que “cuando hay suficientes evidencias, información creíble, el secretario de Estado designa a una persona como significativamente corrupta”.

Ostfield dijo también que “durante su mandato, Horacio Cartes utilizó la presidencia de Paraguay para obstruir una investigación de crimen trasnacional que involucraba a sus socios”, y que esto permitió que el expresidente siguiera participando “en actividades corruptas”.

En enero, Cartes fue denunciado ante la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) por “lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y declaración falsa”, recordó la agencia de noticias Efe. El firmante de esa acusación fue el entonces ministro paraguayo del Interior, Arnaldo Giuzzio, y la denuncia fue presentada porque el funcionario observó “la existencia de un conjunto de hechos y situaciones que podrían constituir indicios de la comisión de hechos punibles de lavado de dinero proveniente del contrabando y enriquecimiento ilícito en la función pública y otros delitos conexos”.

Al conocerse la decisión de Estados Unidos, el senador y expresidente paraguayo Fernando Lugo dijo que le “hubiera gustado que estas consideraciones las hubiera hecho la justicia paraguaya”. Según citó el medio Independiente, Lugo dijo que “esta calificación del gobierno de Estados Unidos a través de su embajada viene a golpear fuertemente a la clase política paraguaya”, y que espera que tenga repercusiones.