El arribo de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán aumentó la tensión en las relaciones ya de por sí tirantes entre la nación norteamericana y China, país que considera a la isla un territorio propio.

El avión en el que viajaban Pelosi y su comitiva aterrizó a las 22.00 de Taipei –la capital taiwanesa-, donde fue recibida por el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Joseph Wu, y por la representante de Estados Unidos en Taiwán, Sandra Oudkirk. Se espera que en la mañana del miércoles Pelosi mantenga una reunión con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.

Poco después de su arribo a Taipei, la legisladora demócrata envió un mensaje en su cuenta de Twitter. Pelosi escribió que su visita honra el “compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”.

En otra parte del texto, citado por el portal político estadounidense The Hill, la influyente política demócrata agregó: “Nuestra visita es parte del viaje que estamos haciendo a la región Indo-Pacífico, que incluye a Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón, enfocado en la seguridad mutua, la asociación económica y la gobernabilidad democrática. Nuestras conversaciones con los líderes de Taiwán se centrarán en reafirmar nuestro apoyo a nuestro socio y en promover nuestros intereses compartidos, incluida la promoción de una región del Indo-Pacífico libre y abierta. La solidaridad de Estados Unidos con los 23 millones de habitantes de Taiwán es más importante hoy que nunca, ya que el mundo se enfrenta a una elección entre la autocracia y la democracia”.

La presencia de Pelosi en Taiwán es un hecho geopolítico relevante y que marca un hito en las relaciones entre los gobiernos de Washington y Pekín. El último funcionario electo estadounidense que había viajado a Taipei había sido el republicano Newt Gingrich, quien llegó al mencionado territorio asiático en 1997, cuando era presidente de la Cámara de Representantes durante el mandato del demócrata Bill Clinton, según recordó el portal estadounidense Politico.

La posible visita de la legisladora demócrata a la pequeña isla situada al sureste del territorio continental chino había generado numerosas advertencias de parte del gobierno de Xi Jinping acerca de que “no se quedaría de brazos cruzados”.

Poco antes de la llegada de Pelosi, medios estatales chinos informaron que aviones de combate Su-35 sobrevolaron el estrecho de Taiwán. Por otra parte, según reportó la agencia estatal de noticias china CNA, Pekín decidió enviar un buque destructor de su Ejército a unos 80 kilómetros de las costas de la isla Lanyu, al sureste de Taiwán.

Además, otros navíos destructores, buques de inteligencia y fragatas de misiles del Ejército chino fueron desplegados en los últimos días en aguas cercanas al territorio taiwanés.