Dmitri Peskov, el portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, dijo en una conferencia de prensa que el Kremlin aún no tomó ninguna decisión sobre un eventual cierre de fronteras del país para detener el supuesto éxodo de hombres en edad militar que se estarían yendo del país después de que el mandatario ordenara la movilización parcial de 300.000 personas que podrían ser enviadas a combatir en la guerra que se está librando en territorio ucraniano.
Según informó la cadena Al Jazeera, cuando se le preguntó el lunes sobre la posibilidad de que se cierre la frontera, Peskov respondió a los periodistas: “No sé nada sobre esto. Por el momento, no se han tomado decisiones al respecto”.
En medio del contraataque ucraniano en el noreste del país, que implicó un retroceso de las fuerzas rusas en la región fronteriza de Járkov, el presidente ruso decretó la movilización, lo que generó agitación interna dentro del país. Diversos reportes indican que los vuelos que salen desde Rusia están agotados y además se registraron largas filas de autos en puntos fronterizos del país con Georgia,
Kazajistán y Mongolia. Esta situación generó las reacciones de algunos políticos, como la de Sergei Tsekov, un legislador oriundo de Crimea –territorio anexado por Rusia en 2014–, que en una entrevista con la cadena RIA Novosti dijo: “Todas las personas en edad de estar en el servicio militar obligatorio deberían tener prohibido viajar al extranjero en la situación actual”. Según informaron Meduza y Novaya Gazeta Europe, dos sitios rusos contrarios a Putin que trabajan desde el exterior del territorio ruso, las autoridades del Kremlin planeaban prohibir la salida de los hombres, citando a funcionarios de gobierno no identificados.
En este marco, el estado mayor general de las fuerzas armadas de Ucrania expresó en un comunicado, citado por el diario británico The Guardian, que algunos reclutas rusos están siendo enviados directamente al frente en Ucrania sin entrenamiento. Al parecer una situación similar se está dando en algunas zonas de Ucrania ocupadas, donde las autoridades prorrusas están preparando gente para enviar a la primera línea de combate. Según los informes no confirmados por fuentes independientes, se maneja que entre los reclutados figuran miles de habitantes de Crimea, así como hombres que habitan en la región de Lugansk, que recibieron citaciones para sumarse al Ejército ruso en los últimos días.
En medio de esta situación y mientras en cuatro provincias ucranianas prosiguen hasta el martes las votaciones en las que los ciudadanos decidirán una posible petición de anexión a Rusia, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, denunció este lunes que décadas después de finalizada la Guerra Fría haya vuelto el “ruido de sables” atómicos, y enfatizó que “la era del chantaje nuclear debe terminarse”.
“La idea de que cualquier país podría pelear y ganar una guerra nuclear es una locura. Cualquier uso de un arma nuclear llevaría a un apocalipsis humanitario”, manifestó Guterres en un acto con motivo de la conmemoración del Día para la Eliminación de las Armas Nucleares, en declaraciones consignadas por agencias internacionales.