El domingo, Nepal vivió un nuevo accidente aéreo, el segundo en menos de un año. Un avión de Yeti Airlines, que conectaba Katmandú con la ciudad turística de Pokhara, se estrelló con 72 personas a bordo. Hasta el momento, se han recuperado 68 cadáveres.

Según informó EFE este lunes, los equipos de rescate hallaron la caja negra del avión, que podría contener información sobre el recorrido, la velocidad, la altitud y la situación del motor antes del siniestro, así como también grabaciones de voz dentro de la cabina para poder esclarecer las causas del accidente.

Esto es algo que hasta ahora no se ha podido inferir, puesto que no hubo avisos de desperfectos en los minutos previos a que se perdiera comunicación con la tripulación del avión.

De acuerdo a autoridades del país, entre los pasajeros había 53 ciudadanos nepalíes, cinco indios, cuatro rusos, un irlandés, un australiano, un argentino, dos coreanos y un francés. Los cuerpos de los extranjeros serán trasladados, mientras que los restos de los nepalíes ya fueron entregados a sus respectivas familias luego de la autopsia.

Historia repetida

Nepal tiene una larga historia de accidentes aéreos, lo que ha llevado a que la Unión Europea prohibiera, en 2013, la circulación de aerolíneas nepalíes en su espacio aéreo, tras manifestar su preocupación por cómo se llevan a cabo las capacitaciones y el mantenimiento de los aviones en un país que, además, tiene pistas y aeropuertos rodeados de montañas.

El último accidente, previo al del domingo, ocurrió en mayo de 2022, cuando 22 personas fallecieron luego de que se estrellase un avión de Tara Air en el norte del país.