El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llegó el martes a Pekín donde este miércoles se reunirá con su par chino, Xi Jinping. Uno de los asuntos que tienen previsto discutir los dos gobernantes en ese encuentro es la crisis en Medio Oriente, informó el vocero del gobierno ruso, Dmitri Peskov.

Este es “un tema que ocupa un lugar destacado en la agenda de todos los líderes mundiales”, y los dos gobernantes conversarán al respecto “especialmente porque la situación se está desarrollando bastante rápido y la tensión persiste”, expresó el portavoz del Kremlin.

Según informó Peskov, antes de viajar a China, Putin dialogó por teléfono con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con los gobernantes de Egipto, Irán y Siria.

A su vez, el gobierno de China condenó “todos los actos que dañen a civiles”, se comunicó con los cancilleres de Arabia Saudita, Irán y Turquía, y pidió a Israel que escuche los llamados internacionales a “parar el castigo colectivo sobre los habitantes de Gaza”, informó la agencia Efe.

Aunque Putin defendió un cese del fuego en Gaza por motivos humanitarios, Peskov dijo que por ahora no ha preparado una propuesta al respecto. “Para contar con una iniciativa de paz es necesario elaborarla, discutirla con todos, es necesario comprender las posiciones de las partes, es necesario comprender todas las tendencias”, dijo.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, conversó el domingo con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien le pidió que utilizara su “influencia” para reducir la tensión en Medio Oriente. Según informó AFP, se prevé que el enviado de China para Medio Oriente, Zhai Jun, visite esta semana la región.

Otro asunto internacional que tratarán Xi y Putin “detalladamente” es la guerra en Ucrania. Sobre el abordaje de este tema, Peskov dijo que, “por regla general, el presidente da su evaluación del estado actual de las cosas en cuanto al progreso de la operación militar especial”.

Según comunicó el asesor del presidente ruso para asuntos internacionales Yuri Ushakov, los dos gobernantes “discutirán de forma amistosa y franca” asuntos “actuales de la agenda bilateral y cuestiones internacionales, incluida la formación de un multipolar más justo”.

Ushakov agregó que las relaciones entre los dos países “se encuentran en un nivel sin precedentes y demuestran resistencia ante presiones externas”. “En cuestiones clave de política exterior, Moscú y Pekín ocupan posiciones cercanas o que coinciden plenamente”, dijo el asesor, y afirmó también que Rusia y China cooperan dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los BRICS, el G20 y otros ámbitos internacionales.

Los presidentes de Rusia y China también tienen previsto dialogar sobre la cooperación económica y el comercio bilateral. Uno de los temas que se prevé que estén presentes en la agenda es el gasoducto Fuerza Siberia 2, con el que Rusia espera suministrar gas a China a través de Mongolia.

Como invitado especial, Putin será también uno de los oradores en la apertura del III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, que comienza este miércoles, a diez años de que China lanzara la Nueva Ruta de la Seda. Con esa iniciativa, Pekín se propuso aumentar su influencia y sus vínculos internacionales mediante la construcción de redes de infraestructura y energía.

De acuerdo a datos oficiales chinos, esta política creó en la última década más de 3.000 proyectos de cooperación. En el foro está prevista la participación de más de un centenar de países, y los principales actos tendrán lugar este miércoles en el Gran Salón del Pueblo de la plaza de Tiananmen.

Allí, otro de los oradores en la apertura del encuentro será el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, que al igual que Putin tiene previsto reunirse con Xi y diversas autoridades chinas.

La delegación que acompaña al presidente ruso incluye varios de sus ministros, directores de bancos de su país, de la empresa petrolera Rosneft, de la gasística Gazprom y de la agencia atómica Rosatom.