Miguel Ortigoza, un pastor evangélico que lleva su militancia en el movimiento provida a la mesa técnica de padres del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC); Zulma Morales, representante del ministerio en la mesa de padres, y Juan Cruz Cellammare, presidente de la Alianza Evangélica Latina, encabezan la lista de los desinformantes de género que utilizan la religión como base para el contenido de la educación en sexualidad.

A esta lista se agrega la ecuatoriana Judith Turriaga, autora de los materiales 12 ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en la escuela. Su nombre se hizo conocido en las últimas semanas a raíz de la polémica por el plan para docentes que incluye estos materiales. Turriaga imparte charlas de carácter educativo desde hace al menos una década en el país.

El 23 de junio, la Dirección General de Desarrollo Educativo del MEC, a cargo de Nancy Benítez, aprobó el uso de estos materiales vía Resolución 933/2023, sin pasar por el Consejo Nacional de Educación y Ciencias (Conec), el órgano responsable de proponer las políticas educativas. En octubre, el ministerio avaló la suspensión de las clases en nueve escuelas públicas de Ciudad del Este para que docentes y directores reciban estas capacitaciones. Lo mismo ocurrió con otra charla realizada por el pastor Miguel Ortigoza en Caacupé.

El ministro de Educación, Luis Ramírez, dijo en una entrevista con ABC que el contenido de 12 ciencias... está dentro de un plan experimental en cinco colegios públicos. Sin embargo, en la respuesta a un pedido de información pública, el MEC asegura que participaron en los talleres docentes de 40 instituciones educativas de Cordillera, Paraguarí, Itapúa y Alto Paraná. En la misma respuesta aclara que estas capacitaciones se realizaron en locales específicos y no en las instituciones educativas.

Los manuales de 12 ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en la escuela contienen desinformación, estereotipos de género, discurso de odio y sesgo religioso. Uno de los libros dirigidos a docentes, por ejemplo, sostiene que el condón no previene las infecciones de transmisión sexual y que la transexualidad es sinónimo de disforia de género.

En otro apartado, el material establece una distinción basada en prejuicios sobre las niñas y los niños. Turriaga refiere que las niñas manipulan con la mente y los niños con la fuerza. El orden y la obediencia son, según la autora, las virtudes que deben tener los niños y adolescentes, similares a los “valores” que se impartían en la dictadura de Alfredo Stroessner. En el manual dirigido a familias afirma que para los homosexuales el único camino es la castidad.

El 25 de octubre, unas 12 organizaciones sociales, entre ellas la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), la Unión Nacional de Centros de Estudiantes (Unepy), Somos Pytyvohára, Base Educativa y Comunitaria de Apoyo (BECA) y Familias por la Educación Integral del Paraguay (Feipar), presentaron una solicitud para que el MEC suspenda la implementación del libro de Turriaga. Hasta hoy no han recibido respuesta. También el Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) remitió una nota al ministerio en la que exigen la suspensión del plan experimental debido al contenido de los materiales y su falta de socialización con todos los actores de la comunidad escolar.

El lobby evangélico que se mete con la educación

En sesión extraordinaria, la Cámara de Senadores archivó la derogación del convenio con la Unión Europea para financiar la transformación educativa. La mayoría de la bancada cartista votó por el rechazo, lo que contradijo la promesa de campaña del presidente Santiago Peña de derogar el acuerdo porque, supuestamente, introduciría la “ideología de género” en las escuelas paraguayas. Al día siguiente de la sesión, Peña se reunió con pastores evangélicos de distintas iglesias.

El 3 de noviembre, también los ministros y otras autoridades acudieron a un Desayuno Nacional de Oración en Paraguay para “resaltar el trabajo y la importancia de la iglesia para el desarrollo del Paraguay”. Entre ellos, el ministro del Interior, Enrique Riera; el ministro de Educación, Luis Ramírez; el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre; el ministro de Justicia, Ángel Barchini y el ministro de la Niñez, Walter Gutiérrez. También participaron el presidente de la ONG Funda Joven, Juan Cruz Cellammare, y el pastor Miguel Ortigoza.

Los actores se repiten más allá de las polémicas coyunturales de la transformación educativa o el manual de las 12 ciencias..., como revelan investigaciones de El Surtidor a lo largo de los últimos cinco años. El pastor Ortigoza desde 2018 se reunía con parlamentarios y no escondió su afinidad con políticos cartistas. Ortigoza es parte de Capitol Ministries, una ONG extranjera que avanza en América Latina con una agenda contra los derechos de las mujeres y las personas LGBTI.

El rol de Juan Cruz Cellammare también se hizo notorio en 2019 con su ONG Funda Joven y las charlas que impartió a estudiantes y docentes sobre salud mental a cargo de pastores y capellanes evangélicos con el aval del MEC. Otra investigación demostró que Decisiones, otra ONG evangélica, divulgó información falsa a miles de estudiantes sobre salud sexual y reproductiva con dinero del Estado.

Este artículo fue publicado originalmente en El Surtidor de Paraguay.