En un discurso de más de una hora, que fue interrumpido en varias ocasiones por la oposición, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, brindó este martes su segundo informe sobre el estado de la Unión en el Congreso. Con pocas referencias a la política exterior, centrado en destacar su política económica, principalmente lo hecho en materia de empleo e infraestructura, Biden dio un discurso que parecería sumar a su intención de renovar su cargo en la Casa Blanca por cuatro años más, aunque aun no esté confirmado.

Biden comenzó y cerró su discurso con referencias a la unidad entre demócratas y republicanos. Saludó al republicano Kevin McCarthy por su elección como presidente de la Cámara de Representantes y se detuvo durante la primera parte de su discurso a repasar los logros bipartidistas de los dos primeros años de su gobierno.

Minimizó las importantes tensiones que hubo que sortear -como cuando se trató la ley de alivio de covid-19 o la ley de reducción de la inflación- y resaltó la cooperación para aumentar la inversión en infraestructura, tecnología y ayuda militar a Ucrania. “A menudo nos dicen que los demócratas y los republicanos no pueden trabajar juntos, pero en los últimos dos años, demostramos que los cínicos y los detractores estaban equivocados”, sostuvo.

Al cierre de sus palabras Biden retomó la idea de unión entre los congresistas: “A mis amigos republicanos, si pudimos trabajar juntos en el último Congreso, no hay razón para que no podamos trabajar juntos en este nuevo Congreso”, afirmó.

Cerró remarcando que la unión es tan “fuerte” como lo es la nación y su gente. Su llamado a “trabajar juntos” se da en medio de una fuerte pelea con la oposición, que se para firme en no aumentar el límite de endeudamiento federal lo que permitiría evitar el incumplimiento de pago de la deuda nacional.

Los republicanos parecieron no hacerse eco de las palabras de unión y se mostraron hostiles durante buena parte del discurso de Biden. Lo abuchearon, interrumpieron y le gritaron mentiroso desde sus asientos. El presidente decidió responder cada vez que fue abucheado y usar a su favor las interrupciones para marcar diferentes puntos.

El discurso de Biden apuntó principalmente a la interna de Estados Unidos

Las palabras del presidente estadounidense se centraron en la agenda interna de su país. Repasó varias propuestas, algunas viejas y otras nuevas, relacionadas a distintos puntos como la violencia racial, la defensa del derecho al aborto, la salud y la educación.

Insistió en que su política económica intentará seguir fortaleciendo a la clase media, la industria y la producción nacional, redoblando la apuesta al proteccionismo que había delineado su antecesor, Donald Trump.

También se refirió a la necesidad de implementar una reforma policial y aprobar una nueva legislación de control de armas en el país.

Biden se detuvo brevemente en dos puntos de política exterior, habló de China y de la guerra en Ucrania. Con respecto al gigante asiático lanzó una advertencia: “No se equivoquen al respecto: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y lo hicimos”. La referencia apunta al globo chino que Washington aseguró que sobrevoló su territorio para espiar y fue derribado.

En relación a la guerra en Europa, Biden se limitó a darle la bienvenida a la embajadora de Ucrania que estaba entre los presentes y subrayó el apoyo en distintas áreas que han brindado los países aliados al país europeo.