En la ciudad de Foz do Iguaçu, en el estado de Paraná, junto a la frontera con Paraguay, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió este jueves con su homólogo paraguayo, Mario Abdo Benítez. El encuentro se produjo en el marco de la asunción de Enio Verri, quien renunció a su banca de diputado del Partido de los Trabajadores para asumir el cargo de director brasileño de la represa binacional de Itaipú. En el encuentro los mandatarios discutieron sobre el fortalecimiento sudamericano y en particular del Mercosur.

“Hablé con el presidente Mario Abdo Benítez sobre la construcción de dos puentes entre Brasil y Paraguay, incluido el corredor bioceánico, el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea y la cooperación entre nuestros países”, escribió Lula en su perfil oficial de Twitter, luego del encuentro.

En el evento Lula dio un discurso en el que afirmó que volvió al gobierno “con el compromiso de fortalecer el Mercosur”, informó el diario O Tempo de Minas Gerais. “Es por eso que estoy de vuelta con la misión de demostrar que podemos hacer más y mejor de lo que hicimos. Necesitamos mejorar nuestra política exterior. Brasil debe tener la grandeza de ser humilde y compartir todo lo que les puede pasar al pueblo brasileño y a los países vecinos”, expresó.

“Ya se demostró que juntos tenemos la fuerza para negociar; separados somos muy frágiles y por eso necesitamos estar unidos. Necesitamos hacer entender a todos los países de América del Sur la necesidad de que tenga paz”, afirmó el líder izquierdista, de 77 años, refiriéndose al Mercosur.

Lula además prometió desarrollar lo antes posible un nuevo acuerdo entre Brasil y Paraguay para la Itaipú Binacional, la represa considerada como la mayor productora de energía eléctrica del mundo. Itaipú pagó en febrero la última cuota de la deuda por la construcción de la obra, que costó a los dos países 64.000 millones de dólares. Según recordó la agencia de noticias AFP, el tratado de Itaipú se firmó en 1973 y la represa comenzó a producir energía en 1984.

El Estado paraguayo tendrá la opción de utilizar el 50% de la energía producida que le pertenece o de vender el excedente, como lo hace hasta ahora a Brasil. Actualmente Paraguay utiliza alrededor de 22% de su parte de la energía que produce la represa, y su aspiración para el nuevo acuerdo es poder revenderla a Brasil pero a precio de mercado, lo cual marcará las futuras negociaciones.

En este sentido, Lula dijo que los términos del nuevo acuerdo también deben contribuir al desarrollo de América Latina. Según explicó el presidente en el evento, esto significa que el crecimiento buscado por ambos gobiernos tendrá que ser compartido con la región para evitar cualquier tipo de conflictos en la zona. “Estoy seguro de que haremos un tratado que tenga en cuenta el respeto que Brasil tiene que tener por Paraguay”, remarcó Lula. “Es imposible pensar en un Brasil rico rodeado de países pobres”, agregó el presidente, según consignó la revista Carta Capital.

En el evento, Lula también mencionó que la hidroeléctrica necesitará ayudar en el desarrollo de otras políticas del nuevo gobierno. La reconstrucción de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana y la reanudación de la Unión de Naciones Suramericanas fueron algunas de las mencionadas por el presidente brasileño.