En el marco del comienzo de su gira por América Latina, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, estuvo este lunes en Brasilia, donde se reunió en la mañana con el jefe de la diplomacia brasileña, Mauro Vieira, y posteriormente fue recibido en el Palacio de la Alvorada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La visita del alto jerarca del Kremlin a la capital brasileña se produjo apenas un día después de que Lula retornara de su viaje por China y Emiratos Árabes Unidos. En una conferencia de prensa que dio el domingo en el país árabe el mandatario manifestó su intención de llegar a un acuerdo de paz en Ucrania con la mediación de países que no estén directamente involucrados en el conflicto. Antes, el mandatario había responsabilizado tanto a Moscú como a Kiev de la guerra y además dijo que Estados Unidos y algunos países europeos también están contribuyendo a que el conflicto se prolongue.

Siguiendo esta línea y luego de su encuentro con Lavrov, el canciller Mauro Vieira declaró que Brasil está a favor de “un alto el fuego inmediato, del derecho humanitario y de una paz duradera”. “Renové la voluntad brasileña de contribuir a la solución pacífica del conflicto, recordando las manifestaciones del presidente Lula de formar un grupo de países amigos para promover la paz en Europa del Este”, explicó el ministro.

Además, Vieira se manifestó en contra de las sanciones que las potencias occidentales están aplicando desde el comienzo de la guerra a Rusia. “Reiteré la posición brasileña contra la aplicación de sanciones unilaterales. Tales medidas, además de no contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tienen un impacto negativo en las economías de todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo”, expresó Vieira, de acuerdo a lo que consignó el portal Metropoles.

Por su parte después de hablar con Vieira, Lavrov hizo una breve declaración. “Conversamos sobre temas relevantes de la agenda internacional, considerando que las visiones de Brasil y Rusia son similares con relación a los problemas que suceden en el mundo. Los dos países están unidos por el deseo de contribuir a un mundo más democrático y multipolar, basado en los principios legales de soberanía e igualdad entre los estados”, dijo Lavrov, quien, según informó Vieira, invitó al presidente Lula a visitar Moscú en los próximos meses.

Como era de esperar, el acercamiento de Lula con China y con Rusia generó malestar en el gobierno de Estados Unidos, sentir que quedó manifestado el lunes con declaraciones que dio a la prensa John Kirby, quien se desempeña como secretario de prensa del Departamento de Defensa. Según consignó Folha de São Paulo, el funcionario estadounidense dijo que la postura manifestada por Lula sobre la guerra en Ucrania es una “repetición automática de la propaganda rusa y china”.

“Es profundamente problemático cómo Brasil ha abordado este tema de manera sustantiva y retórica, sugiriendo que Estados Unidos y Europa de alguna manera no están interesados en la paz o que compartimos la responsabilidad de la guerra”, dijo Kirby, quien también condenó las declaraciones de Lula en cuanto a que Ucrania podría ceder Crimea, territorio ocupado desde 2014, en un acuerdo de paz. “Los comentarios más recientes de Brasil de que Ucrania debería considerar la cesión formal de Crimea como una concesión de paz son simplemente erróneos, especialmente para un país como Brasil, que votó a favor de defender los principios de soberanía e integridad territorial en la Asamblea General de la ONU”, expresó el vocero del Pentágono.

También surgieron críticas hacia Lula en las últimas horas desde Portugal, país que el mandatario brasileño visitará a partir del sábado, donde se reunirá con el primer ministro lusitano, el socialista António Costa.

Como parte de la Unión Europea y también de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Portugal está del lado de Ucrania en la guerra, e incluso envió armamento al gobierno de Kiev que lidera Volodímir Zelenski. Fue por esto que Paulo Rangel, vicepresidente del Partido Socialdemócrata, el mayor partido de la oposición, instó al gobierno de Costa a “tomar una posición pública y formal” con relación a las declaraciones de Lula sobre el supuesto incentivo de la OTAN y la Unión Europea para el conflicto.

Por su parte el líder del partido de extrema derecha Chega (Basta), el diputado André Ventura, dijo que está organizando “una gran protesta contra la presencia de Lula”. Ventura dijo que cuenta con el apoyo de brasileños residentes en Portugal, entre los que se encuentran empresarios y personas vinculadas a iglesias evangélicas.