“Brasil volvió”, dijo Luiz Inácio Lula da Silva en un artículo que publicó el domingo el diario Correio Braziliense, a horas de cumplir 100 días de gobierno.
En el texto Lula hizo un balance de lo que logró hasta el momento su tercera presidencia y también de la situación que encontró al asumir su cargo. “Es un período corto comparado con los 1.460 días de trabajo para los cuales fui electo por la mayoría del pueblo brasileño”, dijo, y agregó que “aun así, 100 días fueron suficientes para revertir un escenario pésimo, identificado por los casi 1.000 especialistas de nuestros grupos de transición”.
El presidente afirmó que “los problemas heredados eran tantos y en tantos frentes que el término ‘reconstrucción’ fue incorporado al eslogan del gobierno federal, precedido de otra palabra clave: ‘unión’”. En un Brasil que en octubre votó dividido en mitades al actual presidente y a su rival, el exgobernante Jair Bolsonaro, Lula insistió en esa idea.
Según una encuesta de Datafolha publicada este lunes, Lula cuenta con la aprobación de 33% de los brasileños, mientras que es reprobado por 30%. “No existen dos Brasil, el Brasil de quien me votó a mí y el Brasil de quien votó a otro candidato. Somos una nación”, agregó el presidente.
Sobre sus logros, el líder de 77 años destacó el regreso del programa Bolsa Familia, que sustituyó a otro, Auxilio Brasil, promovido por Bolsonaro. “En estos primeros 100 días de gobierno, trabajamos incansablemente para devolverle la dignidad y la calidad de vida al pueblo brasileño, en especial a los 33 millones de víctimas del hambre”, dijo Lula en el texto. “Más de 21 millones de familias ya recibieron los nuevos beneficios”, publicó, y señaló que en el Distrito Federal 71.000 familias recibieron un monto de 150 reales, adicional al programa Bolsa Familia, por cada hijo de hasta seis años.
“Gobernar es lidiar con urgencias, al mismo tiempo que creamos las bases para un futuro mejor. En estos primeros 100 días priorizamos lo que era inevitable”, dijo, y repasó avances en salud, educación y recuperación de ministerios que fueron eliminados durante el gobierno anterior, así como del emblemático plan Mi Casa, Mi Vida, destinado a familias con bajos ingresos.
Lula destacó también que se restableció el Plan de Acción para la Prevención y el Enfrentamiento de la Deforestación en la Amazonia, y que se enfrentó “el genocidio del pueblo yanomami con acciones de emergencia en las áreas de salud y combate del hambre”, así como combatiendo a la minería ilegal que afecta a los territorios en los que habita esa población.
“En los 1.360 días que tenemos por delante”, dijo Lula, su gobierno seguirá “firme en la reconstrucción de un país más desarrollado, justo y soberano, con paz y oportunidades para todos”. En esa afirmación insistió el lunes, durante una reunión de su gabinete en la que también repasó sus primeros 100 días. Dijo que “Brasil volvió a tener un gobierno que se mira en el pueblo brasileño y se despierta temprano para cuidar de los que más lo necesitan, que en los últimos años fueron víctimas de la ausencia de gobierno en este país”.
En su discurso, Lula acusó a Bolsonaro de intentar “perpetuar el fascismo” en Brasil al gastar “millonarios” recursos del Estado para su intento de reelección. “No se construye un país desarrollado sobre las ruinas del hambre, los ataques a la democracia, la falta de respeto a los derechos humanos y la desigualdad de renta, raza y género”, dijo.
El presidente brasileño también se refirió al “intento de golpe de Estado” que sufrió el 8 de enero, cuando miles de bolsonaristas atacaron las sedes de los tres poderes del Estado pidiendo una intervención militar. “Tenemos mucha gente a la que no le gusta la democracia”, dijo, según citó la agencia Efe.
También en ese discurso Lula destacó sus programas sociales, dijo que con su gobierno “Brasil volvió a conciliar el crecimiento con la inclusión social”, y pidió a sus ministros que enfoquen sus esfuerzos hacia “las personas más humildes”.
Durante estos primeros 100 días, el presidente de Brasil destacó que también hizo esfuerzos por recomponer la agenda internacional de su país. En ese sentido, el martes Lula viajará a China donde se reunirá el viernes con el presidente Xi Jinping. Uno de los temas que los dos gobernantes tienen en la agenda es la guerra en Ucrania, según informó la cancillería de Brasil.
Originalmente, el viaje de Lula a la nación asiática, su primer socio comercial, estaba pautado para fines de marzo, pero en aquel momento debió ser postergado, debido a que el mandatario tuvo un cuadro de neumonía.