El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, pidió a las naciones africanas que lideren el rechazo a la promoción de la homosexualidad, describiéndola como una gran amenaza y un peligro para la procreación de la raza humana. “África debería proporcionar el liderazgo para salvar al mundo de esta degeneración y decadencia que es realmente muy peligrosa para la humanidad. Si las personas del sexo opuesto dejan de apreciarse mutuamente, ¿cómo se propagará la raza humana?”, se preguntó el mandatario, en un discurso consignado por la Uganda Broadcasting Corporation (UBC), la cadena pública de radiodifusión de este país situado en el este del continente africano y cuya capital es Kampala.

Museveni, quien es conocido a nivel mundial por su persecución de la población homosexual, hizo estas observaciones el domingo durante su participación en la conferencia “Protección de la cultura africana y los valores familiares”. A este evento en Entebbe, muy cerca de Kampala, asistieron delegaciones de legisladores de más de 22 países africanos y también de Reino Unido. Se trató de una conferencia interparlamentaria de dos días sobre valores familiares y soberanía.

El presidente ugandés señaló que inicialmente se pensaba que la homosexualidad era una desviación de lo normal, pero afirmó que es más peligrosa que las drogas y dijo que dicha condición sexual “no tiene nada que ver con lo genético ni tampoco con lo hormonal”.

El mandatario también felicitó a los legisladores de su país por haber aprobado hace menos de dos semanas una ley que castiga hasta con diez años de cárcel a quienes tengan relaciones con personas de su mismo sexo. Asimismo, la amplia mayoría de los 500 diputados que votaron a favor de la norma acordaron introducir también la pena de muerte por “delitos de homosexualidad agravada”, durante una inesperada revisión del documento horas después de su aprobación, recordó el portal Euronews.

La persecución de los homosexuales en Uganda es un tema que es seguido de cerca por organismos internacionales, empezando por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Luego de que se aprobara la norma, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, el austríaco Volker Türk, emitió un comunicado en el que manifestó: “Esta ley, si entra en vigor, tendrá graves repercusiones en toda la sociedad ugandesa y erosionará los logros conseguidos desde hace años”.

La aprobación también fue rechazada por múltiples organizaciones de derechos humanos y también por numerosos gobiernos.

Museveni, de 78 años, llegó a la presidencia ugandesa en 1986 al frente de un movimiento político que también tenía su brazo guerrillero llamado Movimiento de Resistencia Nacional. El dirigente -que estuvo involucrado en los conflictos armados internos que hubo en el país a partir del derrocamiento del célebre Idi Amín Dada, en 1979, en el que él mismo participó- fue reelecto en varias elecciones, todas ellas imposibles de ser consideradas libres o justas, y por eso está en el poder desde hace 37 años.

Fundamentalista cristiano, Museveni tiene amplios lazos con organizaciones de Reino Unido y también con grupos evangélicos estadounidenses. A este tema se refirió en declaraciones al diario inglés The Guardian el abogado y activista Nicolas Opiyo, quien afirmó: “La ola de homofobia y transfobia en Uganda y la región no tiene nada que ver con los valores ugandeses o africanos. Es una campaña encubierta de los evangélicos estadounidenses por intermedio de sus actores locales. Sus campañas ahora se han organizado bajo lo que parecen ser entidades profesionales locales, como grupos de abogados cristianos, foros y parlamentarios”.