La ola de violencia que está viviendo Ecuador en este caso afectó a Quito, en medio de una situación cada vez más compleja y en medio de la campaña electoral para las elecciones del 15 de octubre.
Entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves dos coches cargados de explosivos estallaron en dos puntos de la capital ecuatoriana.
El primer hecho se registró frente al antiguo edificio del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad. Pocas horas más tarde otro vehículo estalló frente a la actual sede del organismo. Las explosiones no causaron víctimas, pero sí daños materiales. La Policía quiteña detuvo a diez personas presuntamente involucradas en los hechos. Si bien cuando estalló el primer auto las autoridades estimaron que se trató de un hecho accidental, la segunda explosión y el lugar en el que se produjo dejaron en claro que los episodios no fueron fortuitos. El general de la Policía, Pablo Ramírez, dijo en medios locales que se interpretó las acciones como una “respuesta del crimen organizado, debido a una serie de traslados de presos” que se llevaron a cabo el miércoles, informó el portal France24.
Sin dar más detalles, las autoridades también dijeron que este miércoles se reportaron incidentes de seguridad en la cárcel de Turi, en la ciudad de Cuenca, donde un número indeterminado de reos y personal penitenciario están recluidos en un motín carcelario.
Paralelamente, en la tarde del jueves se produjo un incendio en el Centro de Adolescentes Infractores Virgilio Guerrero, de acuerdo a lo que informó el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, según lo que consignó el portal Primicias. Todas las personas que estaban en el lugar fueron evacuadas, y nadie resultó herido.
En las áreas rurales que rodean a Quito, además, se están registrando cerca de diez incendios forestales, por lo que el alcalde Muñoz en diálogo con medios locales dijo que el del jueves “fue un día nada fácil, con una tarde y una madrugada complejas y extrañas”. En una entrevista con el medio digital La Posta, Muñoz informó que dialogó telefónicamente con el presidente Guillermo Lasso, a quien le solicitó más ayuda para atender la seguridad de la capital del país, en la que viven alrededor de tres millones de habitantes. Según Muñoz, quien es integrante del Movimiento Revolución Ciudadana, sector afín al expresidente Rafael Correa, los hechos que ocurrieron en Quito en las últimas horas “hablan de un Estado que se va resquebrajando cada día más”.
La sucesión de hechos -hubo además explosiones de granadas durante la noche- generó una reacción de parte de las autoridades gubernamentales. En una conferencia de prensa este jueves, el ministro del Interior, Juan Zapata, dijo que algunas de las personas que fueron detenidas por las explosiones de vehículos tienen antecedentes penales e, incluso, causas archivadas y expresó: “Como Estado, tenemos que decirles a algunos jueces: ¿Hasta cuándo tenemos que seguir soportando la impunidad?”.