El primer ministro de Libia, Abdul Hamid Dbeibah, destituyó este lunes a la ministra de Asuntos Exteriores, Najla Mangoush, después de que Israel informara que su canciller, Eli Cohen, se había reunido con ella la semana pasada en Roma, a pesar de que los países no tienen relaciones diplomáticas. El diario libio Alwasat informó que Mangoush se fue de Libia en un avión privado con destino a Turquía, horas después de que el primer ministro anunciara su remoción del cargo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Libia remarcó que había rechazado una invitación de Israel y que la reunión entre las dos partes “no había sido planificada, sino que fue incidental y breve”. Además, de acuerdo a lo que informó el diario israelí Haaretz, la cancillería libia expresó que “rechaza rotundamente” la normalización de relaciones con Israel.

Sin embargo, contrariando esta versión, un funcionario israelí dijo a la agencia de noticias Reuters que la reunión, de hecho, fue acordada de antemano “al más alto nivel” en Libia y que no fue breve, sino que duró alrededor de dos horas. En línea con estas declaraciones, dos altos funcionarios del gobierno libio dijeron a la agencia Associated Press que el primer ministro sí sabía de las conversaciones entre su ministra de Relaciones Exteriores y el jefe de la diplomacia israelí. Uno de los funcionarios agregó que Dbeibah dio luz verde a la reunión el mes pasado cuando estaba de visita en Roma y que la oficina del primer ministro organizó el encuentro en coordinación con Mangoush.

La reunión en Roma forma parte de la estrategia diplomática israelí apoyada por Estados Unidos de normalizar sus relaciones con algunos países árabes, en un intento de dejar en un segundo plano el conflicto con Palestina. En 2020 Israel comenzó los procesos de normalización de los lazos diplomáticos con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán.

Uno de los funcionarios libios dijo que la normalización de las relaciones entre Libia e Israel se discutió por primera vez en una reunión entre Dbeibah y el director de la CIA, William Burns, quien visitó Trípoli, la capital libia, a comienzos de este año. El primer ministro libio había dado su visto bueno al avance en las relaciones con Israel, pero le preocupaba la reacción pública en un país cuya población apoya mayoritariamente la causa palestina.

La declaración de Israel sobre la reunión, que se hizo pública el domingo, provocó una serie de protestas populares en Trípoli y otras ciudades libias. Medios árabes informaron que los manifestantes prendieron fuego una residencia del primer ministro Dbeibeh y, según informó la BBC, algunos manifestantes cortaron calles en la capital, quemaron neumáticos e izaron banderas palestinas. La BBC afirmó además que el jefe del parlamento de Libia acusó a Mangoush de traición y convocó a una reunión parlamentaria de emergencia. El consejo presidencial de Libia dijo que la reunión entre los dos ministros “de ninguna manera refleja la política exterior del Estado libio” y que es una “violación de la ley de Libia que considera la normalización con la ‘entidad sionista’ un delito penal”.

Desde el territorio palestino de la Franja de Gaza, el portavoz de Hamas, Hazem Qassem, dijo que su organización “aprecia la posición oficial y popular libia de rechazar la reunión del ministro de Asuntos Exteriores libio con el Ministerio de Asuntos Exteriores de la entidad sionista”. También hizo un llamado a los funcionarios, el pueblo y los sindicatos de todos los países árabes y musulmanes a rechazar cualquier paso hacia la normalización con Israel, ya que esto “daña a la causa palestina”.

El anuncio oficial de la reunión entre Cohen y Mangoush se publicó el domingo por la tarde y, poco después, en las cuentas oficiales en árabe e inglés del Ministerio de Exteriores israelí.

La primera señal de que el anuncio era problemático para el gobierno libio llegó una hora más tarde, cuando la cancillería tuvo que borrar la declaración árabe tras un pedido urgente de la parte libia. Sin embargo, la publicación fue eliminada demasiado tarde, porque a instancias del canciller Cohen, el ministerio ya había informado a los medios israelíes, y poco después los medios árabes replicaron la información.

Uno de los líderes de la oposición israelí, Yair Lapid, dijo que “esto es lo que sucede cuando se nombra a Eli Cohen, un hombre sin experiencia en el tema, ministro de Relaciones Exteriores”. Lapid, de acuerdo al comunicado consignado por medios israelíes, calificó al funcionario de “amateur, irresponsable y falto de juicio”.