Cuatro migrantes sobrevivieron a un naufragio ocurrido frente a la isla italiana de Lampedusa, en el que las autoridades estiman que murieron otras 41 personas. Según el relato de los supervivientes, el barco partió rumbo a Europa desde el puerto de Sfax, en Túnez, con 45 personas a bordo, entre ellas tres niños.
De acuerdo con el testimonio que dieron a la guardia costera, después de seis horas de navegación, el barco recibió el impacto de una gran ola y comenzó a hundirse, informaron el diario Corriere della Sera y Europa Press. Los migrantes que viajaban allí cayeron por la borda, y aunque 15 de ellos llevaban chalecos salvavidas, también fallecieron en el incidente.
Según las autoridades, las cuatro personas que sobrevivieron lo lograron gracias a que se mantuvieron aferradas a otra embarcación precaria, presumiblemente abandonada por otros migrantes en la zona. Se trata de dos hombres, una mujer y un niño de 13 años, originarios de Costa de Marfil y Guinea Conakry. Los cuatro se encontraban este miércoles en estado de shock y no podían confirmar cuánto tiempo había pasado desde el incidente.
Los sobrevivientes fueron avistados en el mar por un avión de la guardia europea Frontex y rescatados por un carguero, que los trasladó a una patrullera de la Guardia Costera. Desde la mañana del miércoles se encuentran en Lampedusa, isla localizada en el mar Mediterráneo y que es el punto más austral del territorio italiano, a poco más de 110 kilómetros de la costa tunecina.
La fiscalía local abrió una investigación sobre este naufragio en la que busca determinar si se cometió el delito de homicidio, informó el diario italiano. En los últimos días, guardacostas de Italia y organizaciones civiles de rescate lograron salvar a más de 2.000 personas que llegaron a Lampedusa por la misma vía, pero en lo que va de 2023 más de 1.800 personas murieron en esa travesía desde el norte de África a Europa. A su vez, unos 92.000 migrantes llegaron a las costas de Italia, más del doble de los 42.640 que recibió el país en el mismo período de 2022. Debido a esta situación, el centro de acogida de migrantes de Lampedusa, que tiene capacidad para 300 personas, hace pocos días llegó a albergar a unas 2.500, informó la agencia Efe.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) pidieron que se habiliten vías seguras para la migración, y alertaron que los traficantes de personas las envían al mar, incluso con mal tiempo, en embarcaciones precarias, como la que naufragó este miércoles, que tenía siete metros de largo. Esto “pone de manifiesto la absoluta falta de escrúpulos de los traficantes, que exponen así a los migrantes y refugiados a altísimos riesgos de muerte en el mar”, expresaron las entidades dependientes de la ONU en un comunicado conjunto en el que manifestaron sus “profundas condolencias por la pérdida de decenas de vidas”.
El sábado, en medio de un fuerte temporal, hubo otros dos naufragios frente a Lampedusa que dejaron 34 muertos. También en esos casos los supervivientes, que fueron 57, relataron que los demás migrantes habían caído al mar.
Una de las portavoces de la organización social Save the Children Italia, Giovanna Di Benedetto, se preguntó “cuántas llamadas de atención más necesitan los gobiernos de la Unión Europea” para tomar medidas, y le recriminó al bloque que “está ignorando su deber de cuidar a los niños y las familias que buscan seguridad en Europa”. En un comunicado pidió a los países europeos que “asuman su responsabilidad”.
También la ONU llamó a implementar “mecanismos coordinados de búsqueda y rescate y vías seguras y legales para la migración y el asilo” después de este “terrible naufragio”.
“Las cifras de hoy agravan el número de muertos por naufragios en el Mediterráneo central. Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, más de 1.800 personas ya están muertas y desaparecidas a lo largo de la ruta, que sigue estando entre las más transitadas y peligrosas a nivel mundial, con más de 75% de las víctimas en el Mediterráneo en los últimos diez años”, señalaron en su comunicado Acnur, la OIM y Unicef. Los tres organismos manifestaron que “renuevan su llamamiento a un acceso más amplio a vías legales más seguras para la migración y el asilo en la Unión Europea, para evitar que las personas tengan que recurrir a viajes peligrosos en busca de seguridad y protección”.