Cuando faltan menos de 40 días para las elecciones presidenciales del 22 de octubre, el oficialismo argentino está poniendo en acción su maquinaria intentando poder llegar con posibilidades ciertas de ganar la segunda vuelta electoral de noviembre, donde se presume que el actual ministro de Economía y candidato de la coalición Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, se enfrentará con el líder de La Libertad Avanza (LLA), el ultraderechista Javier Milei.

Este martes, en una conferencia de prensa consignada por Página 12, la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, dijo que su cartera está trabajando en un proyecto para reducir la jornada laboral. La funcionaria peronista expresó que se trata de “una propuesta que en su momento desde el ministerio respaldamos porque pensamos que Argentina quedó muy retrasada al mantener desde los años 80 las 48 horas semanales”.

Además, Olmos destacó el anuncio realizado el lunes por el ministro Massa, quien informó que decretó, mientras se tramita en el Congreso, la modificación del mínimo no imponible para el pago del impuesto a las ganancias. En un acto celebrado el lunes en Plaza de Mayo, en el que estuvo acompañado de políticos y dirigentes sindicales peronistas, el candidato oficialista dijo que a partir del 1º de octubre el piso del impuesto a la renta subirá hasta 1.770.000 pesos mensuales -algo más de 98.000 pesos uruguayos-, lo que eximirá del pago a unos 800.000 contribuyentes y dejará al margen de la carga al 90% de quienes actualmente lo tributan.

“Hemos tomado la decisión de, por decreto, impulsar desde el 1° de octubre un mínimo no imponible de 1.770.000 pesos. En la Argentina sólo van a quedar 80.000 gerentes, jubilados de privilegio o beneficiarios de altos ingresos pagando el impuesto a las ganancias”, expresó Massa.

Inmediatamente desde la oposición se calificó la medida como “demagógica”, y en ese sentido el diputado Martín Tetaz -quien integra la Unión Cívica Radical, sector que está dentro de la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC)- expresó, de acuerdo a lo que consignó eldiarioar.com, que la medida anunciada “es una vergüenza y un acto de demagogia de un candidato desesperado. El gobierno, en déficit, deja de recaudar un billón de pesos que ahora deberá emitir causando más inflación”. Desde el Ministerio de Economía se expresó que el dinero que se dejará de recaudar con el impuesto espera que se vuelque al consumo y redunde en una mayor actividad económica.

Pero además de los anuncios del oficialismo, otro hecho político clave en la campaña electoral fue la reaparición del expresidente Mauricio Macri, quien en la noche del lunes brindó una entrevista a TN, consignada por el portal Perfil, en la que dejó claro que apoya a la candidata de su sector, Patricia Bullrich, y no a Milei, a quien había felicitado y elogiado después de su buen desempeño en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto.

“Decir que tengo dos candidatos es no conocerme”, dijo Macri, quien tomó distancia del postulante de LLA. “Cuando veo a Javier Milei ponerse tan violento cuando alguien piensa distinto, pienso que por ahí no es. Quizá tuve la suerte de que el fútbol me entrenó, porque tuve que convivir con eso”, expresó el exmandatario, recordando los años en que fue presidente de Boca Juniors.

“Tenemos que vivir y convivir en un debate permanente porque el mundo está muy complicado”, detalló Macri, quien explicó que cuando llamó por teléfono a Milei después de las PASO “le dije por qué tenía que hablar en términos tan despectivos de Horacio (Rodríguez Larreta) y de que no era la forma de conducirse, porque teníamos que construir una forma distinta de relacionarnos porque ya el kirchnerismo había generado un sistema de confrontación espantoso”.

Macri agregó que “Milei expresa mucho un enojo, más que una idea”, y sobre lo que viene reflexionó: “Milei en las PASO no competía contra nadie. Ahora compite contra nosotros”.

El expresidente remarcó que el cambio que necesita Argentina “es el que puede representar Patricia”, y de todas maneras defendió que haya diálogo con Milei y su sector, porque ante un eventual gobierno de Bullrich espera que “sus diputados (los de Milei) acompañen a Patricia en el Congreso”.