Cerca de 200 personas murieron en la ofensiva que Azerbaiyán lanzó el martes en Nagorno Karabaj, comunicó este miércoles Gegham Stepanián, el defensor del Pueblo de ese territorio autoproclamado república independiente en 1991. Los ataques, además, dejaron más de 400 heridos y 10.000 evacuados, informó.
Después de la ofensiva, representantes de ese enclave con mayoría de población armenia accedieron a una tregua. También acordaron mantener un encuentro este jueves para comenzar a negociar “los asuntos relativos a la reintegración” a Azerbaiyán, informó el gobierno de ese país, que impuso las condiciones de este cese del fuego. Las partes se reunirán en la localidad de Yevlaj para tratar también sobre “las garantías de derechos y seguridad de los armenios de Nagorno Karabaj”, manifestaron las autoridades azeríes.
Agregaron que “las formaciones armadas armenias ilegales depondrán las armas, abandonarán las posiciones de combate y los puestos militares y se desarmarán por completo”, según informaron las agencias AFP y Efe. Las fuerzas de paz rusas desplegadas allí se encargarán de implementar esa retirada así como de la entrega de armas.
El malestar de la población de Armenia con las condiciones acordadas fue expresado en las manifestaciones que se concentraron frente a la sede del gobierno de Nikol Pashinián, que piden la renuncia del primer ministro, y en la iniciativa del segundo partido en la oposición, la Federación Revolucionaria Armenia, de iniciar un proceso de impugnación contra el gobernante. Por su parte, Pashinián manifestó que Armenia no participó en el acuerdo.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que intentó mediar entre las partes, pidió al presidente azerí, Ilham Alíev, que garantice la seguridad y los derechos humanos de los armenios que viven en Nagorno Karabaj, y señaló que “es necesario el acceso a la ayuda humanitaria inmediata”.