El presidente Luiz Inácio Lula da Silva participó este jueves en Brasilia en el desfile del Día de la Independencia, que conmemora el Grito de Ipiranga de 1822. Destacó el evento, realizado en un ambiente tranquilo, en contraste con lo que habían sido las celebraciones de esta fecha durante el gobierno de su predecesor, Jair Bolsonaro, en las que el propio exmandatario lanzó mensajes golpistas ante miles de sus partidarios.
Totalmente alejado de esa retórica, el desfile del jueves, el primero luego del retorno de Lula a la presidencia, estuvo marcado por un ambiente tranquilo y sin protestas. Bajo el lema “Democracia, soberanía y unidad”, el gobierno buscó transmitir un mensaje de pacificación en el país. En total, Lula ya participó en nueve desfiles como presidente, contando sus dos primeros mandatos y el de este jueves, en el que comandó el desfile que comenzó a las 9.00 junto a la primera dama, Janja, a bordo del Rolls Royce presidencial.
Luego, durante el desfile militar, el presidente estuvo acompañado por el vicepresidente Geraldo Alckmin, la presidenta del Supremo Tribunal Federal, Rosa Weber, y el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco. Al desfile también asistieron el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, y la mayor parte del gabinete de ministros, según informó la revista Carta Capital.
Más de 3.000 soldados desfilaron frente al presidente, ministros y otras autoridades en la Explanada de los Ministerios, donde también se hicieron presentes alrededor de 30.000 personas para acompañar la celebración. Teniendo en cuenta los episodios que se registraron el 8 de enero, en los que partidarios de Bolsonaro irrumpieron en la Plaza de los Tres Poderes, con la complicidad de militares y policías, y provocaron destrozos en varios edificios, este jueves hubo fuertes medidas de seguridad, pero no se registró ningún tipo de incidente.
“Feliz de presenciar el 7 de setiembre un desfile tan hermoso como el de hoy. Una muestra de democracia, soberanía y unidad. Feliz Día de la Independencia para todos. Viva Brasil”, escribió Lula en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
En un discurso televisado emitido en la noche del miércoles, Lula destacó los logros de sus primeros ocho meses en el cargo, remarcando en particular el crecimiento económico del país en este lapso, y llamó a la unidad después de las elecciones del año pasado. “La independencia de Brasil aún no está terminada. Necesita ser construida todos los días, por todos nosotros, sobre tres grandes pilares: democracia, soberanía y unidad”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Después de los graves episodios del 8 de enero, en los que su poder se vio desafiado, Lula removió a muchos jerarcas militares, pero desde entonces ha buscado reconstruir la confianza entre su gobierno y las Fuerzas Armadas. En ese sentido, Lula estuvo el jueves junto a los líderes de las tres fuerzas, los comandantes del Ejército, Tomás Miguel Ribeiro Paiva, de la Marina, Marcos Sampaio Olsen, y de la Fuerza Aérea, Marcelo Kanitz Damasceno, además del ministro de Defensa, José Múcio.
Después del evento, Lula y su comitiva partieron rumbo a Nueva Delhi, la capital de India, donde el fin de semana se llevará a cabo la cumbre del G20, en la que Brasil recibirá la presidencia rotatoria del organismo de manos del presidente indio, Narendra Modi.
También este jueves, pero en el centro de San Pablo, organizaciones sociales celebraron el Día de la Independencia en el llamado Grito de los Excluidos y Excluidas, una tradicional manifestación de movimientos de izquierda que se realiza desde hace casi 30 años todos los 7 de setiembre.
En la marcha los manifestantes pidieron que “Bolsonaro vaya a la cárcel” por “cuatro años de desgobierno” y subrayaron la importancia de tener presencia en las calles, incluso bajo un gobierno reconocido como democrático. Este aspecto fue remarcado por el diputado Renato Freitas, del PT, quien en una entrevista con el portal Brasil de Fato dijo: “Este grito es para declarar la independencia de quienes lamentablemente no tienen cumplida su autonomía y ciudadanía”. Freitas agregó que la elección de Lula como presidente no significa que la población deba interrumpir las movilizaciones, y destacó las contradicciones políticas internas que existen dentro del gobierno federal.
“La política encubierta, conciliadora con los dueños del poder, Arthur Lira [político conservador, presidente de la Cámara de Diputados] y otros, es la política que tiende al fracaso anunciado. Eso es lo que estamos denunciando. Su victoria es nuestra derrota”, expresó Freitas.