Ya pasaron 90 días desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas, y si bien los combates continúan, en los últimos días fueron menos intensos en la Franja de Gaza.

Hay menos unidades israelíes actuando en el enclave palestino y estos días se liberaron varios miles de reservistas.

Pero mientras esto sucede, la tensión es cada vez mayor entre Israel y la milicia chií pro iraní Hezbolá, que opera en el sur de Líbano, algo que se intensificó el martes, cuando fue asesinado en Beirut en un atentado con un dron Saleh al-Arouri, el número dos del aparato político de Hamas.

Este miércoles se refirió al tema el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, quien en un discurso grabado consignado por la cadena Al Jazeeera reafirmó que el asesinato de al-Arouri -que Israel no se atribuyó, pero no quedan dudas sobre su autoría- no quedará sin castigo y advierte al gobierno de Benjamin Netanyahu que no ataque el territorio libanés.

“Si el enemigo piensa en librar una guerra contra el Líbano, entonces nuestra lucha será sin techo, sin límites, sin reglas. Y saben a qué me refiero”, expresó Nasrallah. “No le tenemos miedo a la guerra. No lo tememos. No dudamos. Si lo tuviéramos, nos habríamos detenido en el frente”, agregó el líder de la milicia.

Por su parte, sin mencionar el asesinato del alto líder de Hamas, pero haciendo clara referencia al hecho, el jefe del Mossad, David Barnea, dijo que Israel está comprometido a encontrar y matar a todos los líderes de Hamas.

Barnea reafirmó que el Mossad estaba “comprometido a ajustar cuentas con los asesinos que descendieron a los túneles de Gaza” el 7 de octubre y con aquellos que planearon los ataques, informó el diario inglés The Guardian.

El jefe del Mossad habló durante el funeral del exdirector de la entidad, Zvi Zamir, quien supervisó las represalias de Israel contra los militantes palestinos que participaron en los asesinatos de atletas olímpicos israelíes durante los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1972.

“Llevará tiempo, como después de la masacre de Múnich, pero les pondremos las manos encima dondequiera que estén. Toda madre árabe debe saber que, si su hijo participó, directa o indirectamente, en la masacre del 7 de octubre, su sangre caerá sobre su propia cabeza”, dijo Barnea.

El asesinato del número dos de Hamas generó además este miércoles una jornada de paro y movilizaciones en Ramala, la capital de Cisjordania, territorio donde gobierna Fatah, pero donde Hamas tiene numerosos seguidores.

Paralelamente este miércoles la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos (OCHA, por sus siglas en inglés) informó que el 85% de la población total de la Franja de Gaza comenzó el año desplazada de sus hogares.

La entidad dependiente de la ONU agregó que la mayoría de los desplazados están “apretujados en espacios extremadamente superpoblados” y que “la propagación de enfermedades se ha intensificado, ejerciendo presión sobre un sistema de salud ya abrumado que lucha por satisfacer inmensas necesidades”.

En el terreno diplomático este miércoles el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, defendió la idea de que el conflicto entre Israel y Hamas necesita una respuesta “impuesta desde el exterior”, que puede provenir de Estados Unidos, Europa o los países árabes.

“Las dos partes nunca serán capaces de llegar a un acuerdo. La paz solamente se podrá alcanzar de forma duradera si la comunidad internacional se involucra dramáticamente en conseguirlo e impone una solución”, afirmó Borrell durante un acto en Lisboa, donde alertó de que, si no se resuelve “pronto” el conflicto, “todo el Oriente próximo se va a ver envuelto en llamas”.

El diplomático español, cuyas declaraciones fueron consignadas por la agencia Efe, insistió en que la solución de esta guerra, descartando el exilio o la eliminación de una de las partes, está en el reconocimiento de dos estados en el mismo territorio, aunque reconoció la dificultad de la tarea cuando Hamas y el gobierno israelí están en contra de esta medida.

Más tarde, en un mensaje publicado en su cuenta de X, Borrell repudió la retórica que vienen teniendo los dos ministros más extremistas del gobierno de Israel, el titular de la cartera de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el de Finanzas, Bezalel Smotrich.

“Condeno enérgicamente las declaraciones incendiarias e irresponsables de los ministros israelíes Ben Gvir y Smotrich calumniando a la población palestina de Gaza y pidiendo un plan para su emigración. Los desplazamientos forzados están estrictamente prohibidos por ser una grave violación del Derecho Internacional Humanitario y las palabras importan”, expresó Borrell.