El presidente de Rusia, Vladimir Putin, defendió este miércoles un nuevo “orden mundial multipolar” en la inauguración de la cumbre de los BRICS, que se lleva adelante en la ciudad rusa de Kazán.
El evento es la reunión diplomática más importante celebrada en Rusia desde que Putin ordenó la entrada de tropas en Ucrania, en febrero de 2022, lo que provocó sanciones occidentales y la condena de buena parte de la comunidad internacional.
“El proceso de formación de un orden mundial multipolar está en marcha, es un proceso dinámico e irreversible”, afirmó Putin en la ceremonia oficial de apertura de la cumbre, según lo que consignó AFP.
El grupo de los BRICS está “reforzando su autoridad en cuestiones internacionales”, agregó el mandatario ruso, antes de pedir a los países miembros que consideren cómo pueden abordar los problemas más acuciantes de la agenda global, incluidos los “graves conflictos regionales”.
En su discurso, Putin también llamó a generar un sistema de pagos internacionales alternativo que podría impedir que Estados Unidos utilice el dólar como un arma política. “El dólar se está utilizando como arma. Realmente vemos que esto es así. Creo que es un gran error de quienes hacen esto”, expresó el líder del Kremlin, que dijo que actualmente casi el 95% del comercio entre Rusia y China se hace en rublos y yuanes.
La medida para desdolarizar la economía mundial no es vista con particular interés por Brasil e India, que no quieren que el grupo de los BRICS, que se encuentra en un proceso de rápida expansión, se vuelva exclusivamente prochino y antioccidental.
El grupo originalmente se creó en 2009 con cuatro miembros (Brasil, Rusia, China e India) y en 2010 se sumó Sudáfrica. En 2024, cuatro países se unieron al bloque (Etiopía, Irán, Egipto y Emiratos Árabes Unidos).
En el marco de la mencionada expansión del bloque, este miércoles en Kazán, ciudad ubicada 700 kilómetros al este de Moscú, el grupo dio a conocer la lista de países invitados a participar como miembros asociados. Ellos son Argelia, Bielorrusia, Cuba, Bolivia, Indonesia, Malasia, Turquía, Uzbekistán, Kazajistán, Tailandia, Vietnam, Nigeria y Uganda.
Según se informó, estos países tendrán acceso a futuras reuniones de los BRICS, pero sin poder de veto. Por primera vez, el bloque dividirá a los países en miembros permanentes y naciones asociadas.
Venezuela quedó fuera de la lista de invitados para sumarse al bloque, a pesar de la sorpresiva presencia de Nicolás Maduro en Kazán, a donde asistió con la pretensión de convencer a los miembros de que aceptaran el ingreso de su país.
Entre todos los miembros del BRICS –diez en total–, Brasil fue el único que no sugirió países como miembros asociados. Según la diplomacia brasileña, la adhesión de nuevos miembros debe seguir “criterios”, por lo que, al no sugerir ningún ingreso, indirectamente Itamaraty evitó apoyar la entrada de Venezuela, informó la revista Carta Capital.
Este miércoles, también habló de manera virtual en la cumbre el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien no viajó a Rusia luego de sufrir el sábado un accidente en su casa en el que se golpeó la cabeza.
En su discurso, Lula enfatizó la urgencia de poner fin a los conflictos mundiales y destacó principalmente la guerra en Medio Oriente y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Respecto de la situación en Gaza, Lula citó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al mencionar que la región se convirtió desde hace un año en el “mayor cementerio de niños y mujeres del mundo”, y también llamó la atención sobre el aumento de la violencia en Cisjordania y Líbano. Con relación a Ucrania, calificó de “crucial” la apertura inmediata de negociaciones de paz.
Las conversaciones en este último conflicto están totalmente paralizadas por la nula disposición a negociar que tienen tanto Putin como el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski. El ruso, que se refiere a la guerra como “operación militar especial”, quiere que Ucrania acepte ceder a Moscú parte de su territorio ya conquistado parcialmente por las tropas del Kremlin y también que abandone su pretensión de ingresar a la OTAN.
Zelenski, por su parte, dice que no tiene intención de ceder ninguna parte de su territorio y exige como condición inicial para las negociaciones la retirada inmediata del ejército ruso, incluso de Crimea, que está bajo control ruso desde 2014.