El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Líbano podría enfrentarse a una destrucción “como Gaza” y afirmó que Israel mató al “reemplazo y al reemplazo de su reemplazo” del líder asesinado de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Los comentarios de Netanyahu, consignados por la cadena qatarí Al Jazeera, fueron hechos en un mensaje de video dirigido este martes a los ciudadanos libaneses, en el que también afirmó que Hezbolá es “más débil de lo que ha sido durante muchos muchos años”.
El ejército israelí había dicho anteriormente que la semana pasada lanzó un ataque aéreo en Beirut contra el alto comandante de Hezbolá, Hashem Safieddine, quien era considerado el sucesor de Nasrallah, pero hasta ahora se desconoce su paradero.
“Tienen la oportunidad de salvar a Líbano antes de que caiga en el abismo de una larga guerra que conducirá a la destrucción y al sufrimiento como vemos en Gaza”, dijo Netanyahu en su discurso, refiriéndose al enclave palestino.
La población libanesa está dividida prácticamente en tercios de acuerdo a sus creencias religiosas, ya que el 32% son musulmanes chíes, el 31% suníes y el 31% cristianos. Los ataques de Israel sobre Líbano se están concentrando en las zonas de Beirut habitadas mayoritariamente por población chií, como así también sobre el suroeste del país, donde Hezbolá, organización proiraní chií, tiene muchas de sus bases.
A pesar de la campaña militar israelí y de los constantes bombardeos sobre las posiciones de Hezbolá, lo que generó el desplazamiento de 1,2 millones de personas, casi la cuarta parte de la población total de Líbano, los milicianos siguen teniendo una amplia capacidad de fuego y eso quedó demostrado este martes, cuando más de 150 cohetes lanzados por ellos fueron en su mayoría interceptados dentro del territorio israelí.
También este martes, de acuerdo a lo que informó el diario Haaretz, el líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, declaró que su movimiento apoya los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego en Líbano, pero, por primera vez, omitió cualquier mención a un acuerdo de tregua en Gaza como condición previa para detener el fuego del grupo contra Israel.
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En medio de las ofensivas sobre Líbano y la Franja de Gaza, el gobierno de Netanyahu junto a los mandos militares israelíes están manejando cómo, cuándo y sobre qué objetivos se dirigirán sus ataques sobre Irán, en respuesta a los que el gobierno de Teherán lanzó sobre Israel la semana pasada. Este ataque y sus consecuencias reales fueron manejados de manera extremadamente discreta por las autoridades israelíes.
Si bien dentro de Israel los medios masivos de comunicación reproducen la versión de que los bombardeos iraníes prácticamente no causaron daños, medios de comunicación extranjeros y expertos israelíes consideran que los iraníes demostraron capacidad para superar las defensas antimisiles de Israel.
En este sentido, este martes el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, prometió una “respuesta aplastante” a cualquier ataque israelí contra su país, de acuerdo a lo que consignó la agencia turca de noticias Anadolu. “Aconsejamos al régimen sionista [Israel] que no ponga a prueba la voluntad de Irán”, afirmó durante un acto en Teherán al que asistieron los embajadores de Irak, Yemen, Líbano y Siria.
“Cualquier ataque contra Irán será respondido con una respuesta aplastante”, advirtió Araghchi y añadió que el ataque de Hamas del año pasado contra Israel “condujo a acontecimientos significativos que no favorecieron a Tel Aviv”. Araghchi advirtió que cualquier ataque a la infraestructura de Irán “enfrentará una respuesta firme”.
Teherán lanzó aproximadamente 180 misiles contra bases israelíes en un ataque que, según se argumentó, fue en represalia por el asesinato del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán, así como por el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, junto con un general iraní en Beirut.