Después de seis años del asesinato de la edila brasileña Marielle Franco, finalmente, tras dos días de juicio, el Tribunal 4 del Jurado de Río de Janeiro condenó este jueves a los expolicías Ronnie Lessa y Élcio Queiroz a 78 años y nueve meses de prisión con 30 días de multa y 59 años y ocho meses más diez días de multa, respectivamente, de acuerdo con Brasil de Fato.

La condena es por el asesinato de Franco, pero también por el de Anderson Gomes, chofer de la edila, quien estaba con ella en el momento del hecho. Además, según Efe, la Justicia ordenó a los asesinos pagar una pensión al hijo de Gomes hasta que cumpla 24 años e indemnizar con 706.000 reales, que equivalen a unos 120.000 dólares, a cada uno de los familiares de las víctimas por daños morales.

La jueza Lúcia Glioche afirmó que “la justicia a veces es lenta, ciega, torpe, pero llega hasta para los acusados que creen que jamás serán alcanzados”. Señaló que la sentencia, además de dirigirse a los acusados, también “se dirige a los diversos ‘Ronnies’ y varios ‘Élcios’ que existen en Río de Janeiro”.

Sin embargo, como los culpables firmaron acuerdos de colaboración con la Fiscalía, sólo cumplirán un máximo de 18 años en régimen cerrado, y el resto, en régimen abierto o semiabierto.

En su testimonio durante el juicio, Lessa dijo haber recibido el encargo de matar a la concejala, ya que se la consideraba un obstáculo para la venta de terrenos vinculados a las milicias, es decir, los grupos paramilitares que controlan áreas del extrarradio de Río de Janeiro.

Por otro lado, el expolicía apuntó que la intención no era asesinar a Gomes, el chofer que trasladaba a Franco, y argumentó que la pistola que utilizó no era la “adecuada”. Sin embargo, la Fiscalía rechazó la explicación, ya que Gomes recibió cuatro disparos, la misma cantidad que la edila, y los asesinos buscaban impedir ser identificados posteriormente por el conductor.

Por otro lado, Lessa acusó de ser autores intelectuales del asesinato al diputado federal José Chiquinho Brazão, a su hermano Domingos Brazão y al exjefe de la Policía Civil de Río Rivaldo Barbosa, que están a la espera de ser juzgados por la Corte Suprema.

Franco tenía 38 años y, además de ser edila, era socióloga e integraba el izquierdista Partido Socialismo y Libertad. Asimismo, era una reconocida activista por los derechos humanos. El ataque se produjo un día después de que criticara la intervención en la seguridad de Río de Janeiro a través de un mensaje en redes sociales: “Otro homicidio de un joven que puede entrar en la cuenta de la Policía. Matheus Melo estaba saliendo de la iglesia. ¿Cuántos más tienen que morir para que esta guerra acabe?”.