En una conferencia de prensa que ofreció durante una visita a Kazajistán, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo este jueves que su país está abierto a retomar el diálogo con Estados Unidos si la Casa Blanca toma la iniciativa luego de que asuma la presidencia Donald Trump.

“Nunca rechazamos el contacto con nadie. El presidente Vladimir Putin subraya nuestra posición cada vez que se plantea el tema. Hablar siempre es mejor que aislarse unos de otros”, dijo el jefe diplomático del Kremlin, cuando se le preguntó si hay planes de tener contactos con la nueva administración estadounidense.

“Veremos si hay alguna propuesta, y reitero que no fuimos nosotros quienes rompimos las relaciones y no nos corresponde a nosotros sugerir revivirlas. Si hay una iniciativa para sentarnos y tener una conversación franca sobre dónde estamos y cómo debemos avanzar, sin exigencias unilaterales, estaremos preparados”, agregó Lavrov, cuyas palabras fueron consignadas por la agencia oficial rusa TASS.

El alto funcionario del Kremlin describió los problemas que enfrentan las relaciones entre Rusia y Estados Unidos como “muy profundos”, derivados, según su posición, de la percepción de la élite estadounidense de que cualquier país en el ámbito internacional cuestione el dominio global de Estados Unidos debe ser considerado un enemigo. “Por supuesto, esta posición se está volviendo cada vez más irrelevante, teniendo en cuenta cómo están evolucionando las cosas a nivel mundial. Sin embargo, los estadounidenses siguen adhiriéndose a esta ideología”, concluyó Lavrov.

En una línea similar a la del canciller se expresó Kirill Dmitriev, jefe del Fondo Ruso de Inversión Directa, una entidad encargada de realizar negocios con empresas de sectores de alto crecimiento de la economía rusa.

En una entrevista con The New York Times, Dmitriev, quien es un colaborador muy cercano a Putin, dijo que “Trump y su equipo tienen fama de ser muy pragmáticos”.

El retorno de Trump a la Casa Blanca sería una oportunidad para “ver las cosas de una manera más resolutiva que la que se hizo en gobiernos anteriores”, expresó.

Dmitriev prefirió no hacer comentarios sobre si había enviado mensajes privados esta semana a alguien del equipo de Trump, pero emitió una declaración pública señalando que el Kremlin veía una segunda presidencia de Trump como un cambio bienvenido para el inicio de una nueva era de relacionamiento entre Moscú y Washington.

Después de las “mentiras, incompetencia y malicia del gobierno de Biden”, dijo Dmitriev, ahora hay “nuevas oportunidades para restablecer las relaciones entre Rusia y Estados Unidos”.

Temores en Kiev

En declaraciones al diario británico Financial Times, un alto funcionario del Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que en el gobierno que preside Volodímir Zelenski existe el temor de que la presidencia de Trump implique la pérdida de territorios, específicamente la región del Donbás, integrada por las provincias de Donestsk y Lugansk, que en este momento está parcialmente bajo control ruso.

Según la fuente, muchas personas en las fuerzas armadas de Ucrania “temen que la asistencia estadounidense se detenga y que al menos perdamos el Donbás”.

“Para nosotros, el apoyo de Estados Unidos es de vida o muerte. Necesitamos convencer a Trump de que esté con nosotros”, dijo al periódico un asesor de defensa ucraniano que habló bajo la condición de anonimato. El asesor dijo que es “más pesimista” que aquellos líderes políticos que expresan su apoyo a Trump.

El Financial Times también citó a un asesor del gobierno ucraniano, quien dijo que teme que Trump “pueda empujar al mundo entero a la era del caos”.

El miércoles algunos funcionarios ucranianos intentaron mostrarse valientes y posicionarse como partidarios de Trump, a quien presentaron como el líder que podría forjar la paz con Rusia. Pero detrás del velo del apoyo se escondía “mucha ansiedad” por el apoyo continuo de Estados Unidos a Kiev una vez que el nuevo presidente asumiera el cargo, dijo un exministro ucraniano.

Los temores de Kiev tienen fundamento, ya que Trump siempre manifestó tener una buena y fluida relación con Putin. El magnate republicano, además, dijo durante la campaña electoral que lo terminó llevando a la presidencia, que él pondría fin a la guerra entre Rusia y Ucrania “en 24 horas”, algo que cayó mal en Ucrania, debido a declaraciones anteriores de Trump.

En una entrevista con el podcast PBD en octubre, Trump dijo que Zelenski fue el responsable del estallido del conflicto y debió haberlo evitado. El futuro presidente estadounidense dijo que Zelenski era el “mejor vendedor” que había visto en su vida, haciendo referencia a la capacidad de Zelensky de obtener 100.000 millones de dólares cada vez que visitaba Estados Unidos.