Dimitri Peskov, el portavoz de la presidencia rusa, calificó como “información falsa” los reportes difundidos el domingo por el diario estadounidense The Washington Post, según los cuales, luego de las elecciones en las que resultó ganador, Donald Trump conversó telefónicamente con el mandatario ruso, Vladimir Putin.

De acuerdo a lo difundido por el medio de prensa de la capital estadounidense, en el diálogo el magnate republicano le habría pedido al jefe del Kremlin que evitara una escalada en el conflicto con Ucrania.

Este lunes, en su habitual contacto con medios locales, Peskov negó que la conversación entre los líderes haya existido y dijo que por el momento Putin no tiene planes concretos de conversar con Trump.

“Esto es completamente falso. Es pura ficción, una información falsa. No hubo ninguna conversación”, subrayó Peskov, de acuerdo a lo que informó el portal France 24. Además, el vocero del Kremlin arremetió contra la prensa internacional, a la que continuó acusando de difundir informaciones que en realidad no lo son. “Este es el ejemplo más evidente de la calidad de la información que se publica ahora, a veces incluso en publicaciones bastante reputadas”, agregó.

Según lo que publicó The Washington Post, que en su nota citó fuentes familiarizadas con el tema, Trump y Putin habrían dialogado el 7 de noviembre pocas horas antes de que Putin participara en el Club de Debate Valdái -un think tank afín al Kremlin-, desde donde felicitó al republicano por su victoria. La agencia de noticias Reuters también reportó que ese diálogo habría existido, según fuentes consultadas.

Pese a que el Kremlin rechaza que Trump hubiera instado a Putin a desescalar la invasión que lanzó en febrero de 2022 contra el país vecino, la buena sintonía entre ambos parece no verse afectada.

Durante su participación en el Club de Debate Valdái, Putin no sólo felicitó a Donald Trump por su contundente triunfo en las elecciones, sino que también lo calificó de ser una persona “valiente” porque reaccionó “como un hombre” ante el intento de asesinato que sufrió durante un acto de campaña en julio.

Además, en la misma instancia, el presidente ruso expresó su disposición a mantener contactos con quien desde el 20 de enero será nuevamente presidente de Estados Unidos. “Lo que ha dicho públicamente hasta ahora, lo que se dijo sobre su deseo de restablecer las relaciones con Rusia, contribuir a poner fin a la crisis ucraniana, merece, como mínimo, atención”, señaló el mandatario ruso.

La llegada de Trump a la presidencia abrió una incógnita sobre de qué manera proseguirá, si es que lo hace, la permanente ayuda militar que Estados Unidos le viene dando a Ucrania desde que fue invadida por Rusia.

Durante la campaña el republicano dijo que en caso de ganar pondría fin a la guerra en pocas horas, lo que viene generando serios temores en Kiev y también en las capitales de la mayor parte de los países europeos. Por ahora los combates siguen, sobre todo en la región del Donbás, y con menos intensidad en la provincia rusa de Kursk, donde los ucranianos ingresaron en agosto. En dicha zona, según denunciaron Ucrania y varios países de la OTAN, desde hace algunas semanas están combatiendo más de 10.000 soldados provenientes de Corea del Norte, información que en ningún momento fue desmentida por el Kremlin.

Por ahora, las posiciones de los gobiernos de Moscú y Kiev son absolutamente irreconciliables y de hecho no existe contacto oficial entre las partes tendientes a poner fin al conflicto desde más de dos años.

En junio, Putin estableció una serie de condiciones para poner fin a lo que oficialmente en Moscú se denomina “operación militar especial” en Ucrania.

Según el presidente ruso, Ucrania debería abandonar sus ambiciones de integrar la OTAN y retirar a todas sus tropas de las cuatro regiones anexadas por Moscú durante el conflicto en curso: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón.

Como era lógico, el gobierno ucraniano de Volodímir Zelenski rechazó de manera categórica el planteo de Putin, ya que aceptarlo equivaldría a una rendición.

En cambio, hace dos semanas, Zelenski presentó lo que denominó “plan de la victoria”, que incluye nuevos pedidos de apoyo militar a Occidente, entre otras medidas con las que pretende terminar con la invasión rusa.