En un multitudinario acto llevado a cabo este domingo en Avenida Paulista, la principal calle de la ciudad de San Pablo, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro negó de manera categórica estar implicado en el presunto intento de golpe de Estado en 2022 por el que está siendo investigado por la Justicia.

En el acto masivo –que tuvo como principal organizador al pastor pentecostal Silas Malafaia, un consejero muy cercano al exmandatario–, Bolsonaro, luciendo una camiseta de la selección brasileña, dijo además que está siendo víctima de “abuso de parte de algunos”.

La Policía Federal estimó que aproximadamente 750.000 personas se hicieron presentes en el evento, organizado para contrarrestar las acusaciones contra el excapitán ultraderechista y fortalecer su imagen algo devaluada ante la opinión pública.

Refiriéndose específicamente a la investigación en curso, impulsada por el Supremo Tribunal Federal (STF), Bolsonaro dijo no estar involucrado en nada y argumentó que el derrocamiento de un gobierno se hace con armas y que él jamás actuó fuera de los límites de la Constitución.

“¿Qué es un golpe? Son tanques en las calles, son armas, es una conspiración, es poner a tu lado a las clases empresariales, pero nada de esto se hizo en Brasil”, dijo Bolsonaro, que agregó: “Yo no hice nada de eso y me siguen acusando de golpe de Estado”, dijo.

En su discurso, Bolsonaro dijo que “siempre” fue víctima de persecución, incluso antes de convertirse en presidente, y, aunque no mencionó directamente al STF, afirmó que no ha habido respeto al Estado de derecho.

“Es lamentable lo que viene pasando, el abuso por parte de algunos que nos trae inseguridad a todos”, afirmó Bolsonaro.

Sin citar tampoco las condenas del Tribunal Superior Electoral que lo hicieron inelegible, el líder de la derecha brasileña dijo: “No podemos aceptar que un poder saque a nadie del escenario político, a menos que sea por una razón justa. No podemos pensar en ganar elecciones eliminando a un oponente de la escena política”.

Bolsonaro aprovechó la ocasión para valorar de manera positiva su etapa como presidente y agradeció a la enorme multitud que lo fue a apoyar.

“Estoy muy orgulloso y agradecido de que hayan aceptado esta invitación. De poder dar una imagen para Brasil y para el mundo de lo que son la valentía y la determinación del pueblo brasileño”, agregó el exmandatario, que también valoró la imagen del acto hacia el exterior.

“Demostramos con esta fotografía que, aunque podamos ver a un equipo sin hinchas salir campeón, no podemos entender cómo hay un presidente que no tenga al pueblo a su lado”, dijo Bolsonaro, de acuerdo a lo que consignó la agencia Reuters.

Además del expresidente, en el acto hablaron su esposa, Michelle Bolsonaro, el pastor Silas Malafaia y otros políticos de su sector. El que habló aunque inicialmente no estaba previsto que lo hiciera fue el gobernador del estado de San Pablo y exministro durante el gobierno de Bolsonaro, Tarcísio de Freitas, quien valoró la figura del expresidente.

“Ya no eres una persona, sino que representas un movimiento”, expresó Freitas, una de las figuras de la derecha mejor perfiladas para ser candidata presidencial del bloque en 2026, teniendo en cuenta que Bolsonaro tiene sus derechos políticos suspendidos hasta 2030.

Pero el discurso del excapitán provocó también agrias reacciones por parte de sus rivales políticos.

Una de ellas fue la de la presidenta del Partido de los Trabajadores, la diputada federal por el estado de Paraná Gleisi Hoffmann, quien escribió en su cuenta de X: “No tiene sentido suavizar el discurso o hacerse pasar por víctima. Brasil y el mundo conocen el historial antidemocrático, dictatorial y fascista de Jair Bolsonaro. Sigue siendo y será siempre una amenaza para la democracia, el Estado de derecho y la paz”.