Más de 200 sindicatos de agricultores de diversos rubros comenzaron en el inicio de esta semana una multitudinaria marcha que tiene como objetivo llegar a la capital del país, Nueva Delhi, para reclamar al gobierno del primer ministro, Narendra Modi, varias medidas, entre ellas que se reestablezca un precio mínimo para la venta de sus cosechas.
Este martes las fuerzas policiales emplearon gases lacrimógenos y detuvieron a varios agricultores que se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y trataron de rebasar las barricadas que frenaban su avance hacia Nueva Delhi, informó la agencia Associated Press.
Según medios locales, la Policía lanzó los gases contra la protesta desde un dron en uno de los puntos fronterizos del estado norteño de Haryana que llevan a Nueva Delhi, hacia donde se dirigen decenas de miles de agricultores en tractores y camiones.
En su afán de que los movilizados no llegaran a la capital, las fuerzas policiales cerraron muchos puntos de entrada con barreras de alambre de púas, barreras y otros dispositivos. Dentro de la capital las autoridades prohibieron las concentraciones multitudinarias e incluso se suspendió el acceso a internet en algunos distritos del estado de Haryana.
Las renovadas protestas se producen más de dos años después de que el primer ministro, que actualmente se encuentra de visita oficial en Emiratos Árabes Unidos, retirase unas polémicas leyes agrarias que habían desencadenado las movilizaciones en las que decenas de miles de agricultores se atrincheraron en las inmediaciones de la capital durante un invierno particularmente duro, en el contexto de la pandemia de coronavirus.
En esta ocasión, los agricultores, que comenzaron su marcha desde los estados de Haryana y Punjab, en el norte del territorio indio, piden al Ejecutivo del derechista Modi un precio de apoyo mínimo garantizado para todos sus productos.
El gobierno protege con subsidios a los productores agrícolas contra cualquier caída brusca de los precios, con un precio mínimo de compra para determinados cultivos básicos al inicio de la temporada de siembra, teniendo en cuenta el costo de producción.
Pero los agricultores, además, están presionando al gobierno para que cumpla su promesa de duplicar sus ingresos. La retirada de las leyes agrícolas en noviembre de 2021 fue considerada un importante paso atrás del gobierno de Modi. En aquel momento, el gobierno dijo que formaría un comité de agricultores y funcionarios con el objetivo de encontrar vías para garantizar precios de apoyo para todos los productos agrícolas. Pero después de muchas instancias de diálogo y reuniones entre representantes de las gremiales agrícolas y del gobierno, no se consiguieron avances y la tirantez entre las partes persistió.
Esta nueva movilización se produce meses antes de las elecciones generales del país, en las que Modi parece estar encaminado a lograr un tercer mandato.
Las protestas en curso, en caso de no poder ser resueltas de buena manera por el gobierno, podrían significar un frente de dificultad para Modi y su partido, Bharatiya Janata, debido a que los agricultores conforman una fuerza electoral con una importantísima influencia en el país, por lo que los políticos consideran poco prudente ponérselos en contra, mucho menos durante un año electoral.
En los estados de Harayana y Punjab, donde los agricultores forman una mayoría considerable, hay mucho en juego: los dos estados eligen cada uno a 23 legisladores a la cámara baja del Parlamento nacional.
“No queremos romper ninguna barricada. Queremos resolver nuestros problemas a través del diálogo. Pero si ellos (el gobierno) no hacen nada, ¿qué otra cosa podemos hacer nosotros? Es nuestra obligación”, dijo Sarwan Singh Pandher, líder de una de las asociaciones de agricultores, durante una conferencia de prensa.