Funcionarios de alto rango del gobierno estadounidense anunciaron este jueves su voluntad de instalar un muelle temporal en el puerto de la Franja de Gaza, sobre el mar Mediterráneo, para facilitar el ingreso por esa vía de la ayuda humanitaria al enclave palestino.
Los representantes de la administración que lidera Joe Biden, que hablaron bajo la condición del anonimato, no brindaron detalles sobre cómo se construiría el muelle del puerto, pero sí aseguraron que no será necesario el despliegue de soldados estadounidenses en territorio gazatí para hacer llegar a la población del lugar, devastado por la guerra, alimentos, medicamentos y otros bienes esenciales que actualmente escasean.
Uno de los funcionarios, cuyas declaraciones recogió El País de Madrid, dijo que el ejército de Estados Unidos cuenta con “capacidades únicas” que le permiten levantar este tipo de construcciones desde el agua.
Además de la instalación de esta estructura, los funcionarios de la Casa Blanca explicaron que siguen intentando aumentar la entrada de ayuda a Gaza por vía terrestre.
“El presidente ha dado instrucciones para que examinemos todas las opciones y no esperemos a los israelíes. Buscamos cualquier canal posible para enviar asistencia a Gaza. Lo haremos por aire, por mar, por tierra, como sea, para conseguir meter la mayor cantidad de ayuda posible”, explicó una de las fuentes.
Si bien Israel podrá revisar lo que ingresará en el enclave palestino, el anuncio llegó sin ninguna coordinación previa y tomó por sorpresa al gobierno que encabeza Benjamin Netanyahu.
Pese a esto, un funcionario israelí citado por la agencia de noticias Reuters dijo que su país “apoya plenamente” el plan de Estados Unidos para construir un “muelle temporal” en la costa de Gaza y agregó que Israel coordinará el desarrollo del proyecto con Washington.
Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, celebró la iniciativa estadounidense, pero advirtió que las necesidades siguen siendo enormes y que la comunidad internacional debería centrarse en reforzar el acceso de ayuda por vía terrestre, que es mucho más efectiva, tanto por el costo como por el volumen que puede ser transportado.
Al tema de la ayuda a los pobladores de Gaza también se refirió este jueves el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, en una conferencia de prensa que brindó en Berlín con su homóloga alemana Annalena Baerbock.
El ex primer ministro británico dijo que mientras Reino Unido está analizando opciones aéreas y marítimas para llevar la ayuda imprescindible para la Franja de Gaza, la forma más efectiva de aliviar inmediatamente el sufrimiento de los palestinos es llevar ayuda por las carreteras del lugar.
“Nada debe distraernos del hecho de que, en última instancia, si queremos evitar la hambruna, si queremos evitar enfermedades, si queremos ayudar a la gente en Gaza, necesitamos 500 camiones por día”, dijo Cameron en el contacto con los medios de prensa, de acuerdo a lo que consignó la cadena panárabe con sede en Qatar Al Jazeera.
Cameron pidió, entre otras cosas, una mejor gestión de los conflictos entre las organizaciones de ayuda y el ejército israelí. En una serie de incidentes en las últimas dos semanas, convoyes de ayuda fueron atacados por fuerzas israelíes en confusas circunstancias, lo que provocó cientos de muertos y heridos palestinos.
Negociaciones contrarreloj
Después de que en los últimos días se frustrara una negociación entre Israel y Hamas que posibilitaría una tregua, el medio de noticias estadounidense Axios informó este jueves que el jefe de la CIA, William Burns, estuvo el miércoles en El Cairo para entablar conversaciones con funcionarios egipcios para reflotar la posibilidad de un cese del fuego.
Citando a un funcionario estadounidense, Axios agregó que Burns estuvo este jueves en Doha, la capital de Qatar, donde se entrevistó con el primer ministro de ese país, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.
Mientras tanto, el canal 12 de Israel dijo que el director de la CIA viajará a Israel para reunirse con funcionarios, todo con el fin de alcanzar un acuerdo de alto el fuego antes del comienzo del mes sagrado musulmán del Ramadán, que este año empezará el domingo 10 de marzo.
Actualmente, no parecen prometedoras las posibilidades de que se llegue a un acuerdo para asegurar la liberación de los rehenes israelíes que están en Gaza a cambio de la liberación de prisioneros palestinos encarcelados por Israel y un alto el fuego, pero los países mediadores siguen haciendo gestiones.
Otro tema que surgió en las últimas horas es una investigación del diario israelí Haaretz, que reveló que desde el comienzo de la guerra 27 ciudadanos palestinos murieron dentro de instalaciones militares israelíes.
Algunas personas que estuvieron detenidas temporalmente en estas dependencias y que pudieron retornar a Gaza tras ser liberadas denunciaron haber padecido y presenciado palizas y abusos de todo tipo durante los interrogatorios a los que fueron sometidos.
Respecto de esta situación, el vocero del ejército israelí dijo que se inició una investigación para determinar en qué situación murieron las personas detenidas.
Paralelamente, este jueves medios israelíes informaron que el ejército abrió una investigación interna para determinar los fallos y omisiones que hubo el 7 de octubre, día en el que Hamas perpetró el ataque en Israel que ocasionó la muerte de más de 1.200 personas y que desencadenó la guerra.
Esa investigación tiene una importancia relativa, ya que únicamente se dará dentro del ámbito castrense y se centrará en los fallos militares, pero no ahondará en cuestiones de fondo sumamente relevantes para entender la situación actual, como la alianza tácita entre Netanyahu y Hamas, y las acciones que a lo largo de años fortalecieron a la organización islámica que gobierna en Gaza para debilitar a la Autoridad Nacional Palestina.
En este marco, este jueves Netanyahu nuevamente se comprometió a lanzar ataques sobre la ciudad de Rafah, situada en el extremo sur de la Franja de Gaza, al lado de la frontera con Egipto.
En una ceremonia de graduación de soldados en una base de entrenamiento militar, el primer ministro derechista dijo que el ejército operará contra “todos los batallones de Hamas en toda la Franja”, incluyendo Rafah.
“Quien nos diga que no operemos en Rafah nos está diciendo que perdamos la guerra, y eso no sucederá”, dijo el líder del Likud. “Al mismo tiempo, tomaremos medidas enérgicas en los demás sectores contra quienes quieran destruirnos, incluido el frente norte. Quien aún no se haya convencido de nuestra fuerza haría bien en observar lo que está sucediendo en los bastiones enemigos en Gaza”, agregó Netanyahu.
El mandatario afirmó que la lucha contra los “monstruos” de Hamas ayudará a prevenir el próximo 11 de setiembre y señaló que “todo el mundo civilizado debería apoyar” al ejército y al Estado israelí.