La administración estadounidense que lidera Joe Biden convocó a una reunión trilateral en la que también participarán funcionarios israelíes y egipcios para la semana que viene en El Cairo, con la finalidad de discutir la reapertura del cruce de Rafah, situada en el extremo sur de la Franja de Gaza junto a la frontera con Egipto.

El cónclave, de acuerdo a lo que informó el portal estadounidense Axios, también servirá para brindar más seguridad en dicho paso fronterizo que, en este momento, del lado palestino está siendo controlado por militares israelíes, en el marco de sus ataques por aire y tierra sobre Rafah.

Las relaciones entre Egipto e Israel están en una situación de tensión muy grande, lo que genera preocupación en Washington, que ve al país árabe como un aliado clave para estabilizar la situación en Gaza y para la reconstrucción de dicho territorio palestino una vez que finalice la guerra.

La reunión en El Cairo fue acordada durante una conversación telefónica entre Biden y el presidente egipcio, Abdul Fattah al-Sisi. Durante la llamada, el mandatario africano aceptó la solicitud de Biden de reanudar el flujo de camiones de ayuda hacia Gaza a través de Israel, después de que las entregas se detuvieran hace dos semanas en protesta por la toma por parte de Israel del lado palestino del cruce de Rafah.

El mandatario demócrata prometió a su par egipcio que, si se reanudaba el flujo de ayuda, Estados Unidos trabajaría para reabrir el cruce de Rafah lo antes posible.

Actualmente, el panorama en dicha ciudad palestina es “devastador”, de acuerdo a lo que expresó el Comité Internacional de la Cruz Roja.

William Schomburg, uno de los representantes de la entidad humanitaria en Gaza, dijo que “hay una sensación abrumadora de miedo y pánico”, porque el ejército israelí está ampliando su invasión terrestre de la zona, matando y desplazando a más civiles.

“La operación en Rafah se intensificó y se han producido aún más desplazamientos. Ahora puedo mirar hacia afuera y ver hordas de personas reuniendo todo lo que tienen e intentando salir de allí, ya sea a pie, en burro o en auto”, expresó Schomburg, de acuerdo a lo que consignó la cadena Al Jazeera.

También este jueves el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), Philippe Lazzarini, dijo que al menos 192 miembros del personal de esa repartición murieron en ataques israelíes en Gaza desde que comenzó la guerra.

En una columna que publicó en el diario The New York Times, Lazzarini agregó que al menos 450 palestinos murieron mientras buscaban refugio en instalaciones operadas por la ONU y se registraron desde el comienzo del conflicto más de 170 ataques israelíes contra edificios de la ONU.

“La guerra en Gaza ha producido un flagrante desprecio por la misión de las Naciones Unidas, incluidos ataques escandalosos contra los empleados, las instalaciones y las operaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina”, escribió Lazzarini. “Estos ataques deben cesar y el mundo debe actuar para responsabilizar a los perpetradores”, agregó.

Desde el gobierno israelí se viene acusando a integrantes de la URNWA de ser militantes de Hamas. En las últimas horas el cerco contra dicha dependencia de la ONU se siguió cerrando, porque desde el Ministerio de Vivienda de Israel se le ordenó cerrar su oficina en Jerusalén en un plazo de 30 días, bajo el argumento de que operan en el lugar desde hace siete años sin consentimiento y le deben al Estado más de 27 millones de shékels, algo más de 7,2 millones de dólares.

En Israel también siguen en aumento las presiones internas contra el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.

En este momento, la situación de Netanyahu es cada vez más complicada, entre las familias de los rehenes que lo acusan de sacrificar a sus seres queridos –las posibilidades de que los 125 que se estima que siguen con vida regresen disminuyen con el paso de las horas–, las peleas en el seno de su coalición y la presión que está ejerciendo la administración Biden, que quiere el fin del conflicto cuanto antes, mientras se encuentra en plena cuenta atrás hacia los comicios de noviembre.

En el plano político, este jueves Unidad Nacional, el partido que lidera Benny Gantz, un firme opositor al gobierno de Netanyahu, pero que forma parte del gabinete de guerra del primer ministro, presentó un proyecto de ley para disolver el Parlamento y dar paso a la convocatoria a nuevas elecciones.