La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que en las últimas semanas recrudecieron los ataques rusos contra la población civil ucraniana y que cerca de 6.000 personas huyeron de zonas cercanas a la frontera con Rusia. Así lo comunicó una vocera de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell, que transmitió la “profunda preocupación” del organismo por la situación.
Los civiles desplazados se dirigieron en su mayoría hacia Járkov, que es la capital de la región del mismo nombre y la segunda ciudad más grande de Ucrania después de Kiev. Throssell señaló que las fuerzas militares de Moscú intensificaron sus bombardeos en la región, situada en el centro este del país, muy cerca de la frontera con Rusia. La vocera informó que en abril murieron 129 civiles y otros 574 fueron heridos, y dijo que ese “patrón” parece mantenerse, según citó Europa Press.
La funcionaria agregó que los trabajadores de la ONU en la zona afirman que las sirenas suenan de manera casi constante, y que los enfrentamientos avanzaron hasta Vovchansk, una ciudad en el norte de la región de Járkov que se convirtió en un nuevo frente de batalla. Esa localidad fue abandonada por muchos de sus 3.000 habitantes, pero todavía quedan allí cientos de civiles. Desde el viernes, 7.500 personas fueron desplazadas de distintas localidades por el avance militar ruso, informó la agencia Efe.
Este martes, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que las tropas de ese país tomaron la localidad de Bugrovatka, también situada en Járkov, y que superaron ocho contraataques ucranianos. Esa localidad es la sexta que Rusia afirma haber “liberado” en los últimos cuatro días. Sin embargo, el jefe de Inteligencia de Ucrania, Kirilo Budanov, minimizó esos avances. “No es cierto que el enemigo esté teniendo un éxito significativo [...]; hay que recordar que la situación es bastante tensa y cambia muy rápidamente”, dijo. Budanov agregó que desde el lunes “la tendencia se ha estabilizado” y que la situación en Vovchansk “está bajo control”.
En medio de esta ofensiva rusa, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitó este martes Ucrania y se reunió con el presidente, Volodímir Zelenski, para reafirmar el apoyo de Washington a ese país. Según anunció el portavoz del secretario de Estado, Matthew Miller, el viaje tiene como objetivo “resaltar el apoyo duradero de Estados Unidos a Ucrania”.
En las reuniones previstas durante la visita, agregó, Blinken conversaría con Zelenski, con su par ucraniano, Dimitro Kuleba, y con el primer ministro, Denis Shmigal, sobre la situación en el campo de batalla y el impacto que tuvo la ayuda reciente de Estados Unidos a Ucrania.
El viernes el gobierno estadounidense aprobó más ayuda militar para Kiev. Este paquete, por 400 millones de dólares, fue dispuesto mediante un mecanismo que no requiere la aprobación del Congreso, que sólo debe ser notificado. Poco antes, a fines de abril, los congresistas habían aprobado un paquete de ayuda exterior que incluía 95.300 millones de dólares para Ucrania.
Además, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo el lunes que Estados Unidos y sus aliados trabajan para brindarle a Ucrania más defensas antiaéreas. A esto mismo se refirió el presidente ucraniano en su encuentro con Blinken.
El mandatario reiteró que necesita que sus aliados le brinden sistemas Patriot de defensa antiaérea. “Necesitamos, hoy, dos Patriots para Járkov”, dijo Zelenski. “Ucrania necesita desesperadamente más sistemas de defensa antiaérea para protegerse”, agregó, además de agradecer la ayuda que Washington le brindó, que consideró “vital” para su país. Blinken dijo que parte de la ayuda “ha llegado y otra está por llegar”, y que los socios de Ucrania están decididos a “garantizar el éxito en el frente”, citó CNN.
Por su parte, el gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el domingo la decisión de sustituir a su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, que estuvo 11 años en el cargo. En su lugar quedará un economista, Andréi Belousov, que tendrá entre sus cometidos modernizar la industria militar del país.
Este martes, Belousov intervino ante el Senado que aprobó su designación. “La tarea clave sigue siendo, sin lugar a dudas, lograr la victoria, garantizar el logro de los objetivos político-militares de la operación militar especial establecidos por el presidente. Por cierto, y quiero insistir especialmente en ello, con el mínimo número de bajas”, dijo. También afirmó que es fundamental introducir nuevas tecnologías militares, porque Rusia “debe anticiparse al enemigo”.