En una conferencia de prensa que brindó en el marco de la cumbre del G7, que se está desarrollando en la ciudad italiana de Fasano, situada en la región sureña de Puglia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que no espera que se pueda concretar un alto el fuego a corto plazo en la Franja de Gaza, ya que ni Israel ni Hamas apoyaron con decisión la propuesta presentada por Washington ante la ONU, que fue aprobada por el Consejo de Seguridad del organismo internacional.

El mandatario, de 81 años, dijo que los líderes internacionales habían discutido el alto el fuego en la cumbre del G7, pero cuando los periodistas le preguntaron si se alcanzaría pronto un acuerdo de tregua, Biden respondió simplemente “no”, pero agregó: “No he perdido la esperanza”.

Mientras tanto, un integrante de la cúpula de Hamas citado por la agencia Reuters dijo este jueves que los cambios que planteó su organización a la propuesta de Washington “no son significativos”.

Estos cambios incluyen la retirada completa de las tropas israelíes de la Franja y que se permita la libre circulación de personas y bienes en el enclave. La milicia islamista pide también la liberación de 100 palestinos reclusos con largas condenas en cárceles israelíes.

El miércoles, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, había expresado que la milicia había pedido “numerosos cambios” en su respuesta al plan de paz y que algunos de ellos son inviables. “Si Hamas continúa diciendo no, quedará claro que han decidido continuar la guerra en Gaza”, advirtió Blinken.

Por su parte, este jueves el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, rechazó las afirmaciones de que Israel no está plenamente comprometido con el plan de alto el fuego, algo fácilmente comprobable porque ninguna autoridad del país se manifestó en favor de la propuesta presentada por Estados Unidos.

Sullivan dijo que, pese a las reticencias que existen desde Israel y Hamas, el objetivo es “descubrir cómo trabajamos para cerrar las brechas restantes y llegar a un acuerdo”.

Al tiempo que las fuerzas israelíes siguen bombardeando Gaza, cada vez son más intensos los enfrentamientos que están teniendo en su frontera norte con la milicia chií Hezbolá, que opera desde la zona sur del Líbano.

Este jueves esta organización comunicó que lanzó un importante ataque con aviones no tripulados y cohetes contra varias bases militares israelíes. Según dijo una fuente de Hezbolá a la cadena Al Jazeera, este fue el mayor ataque del grupo alineado con Irán desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas.

La organización islámica libanesa liderada por Hassan Nasrallah dijo que el ataque en el norte de Israel fue una represalia por el asesinato del alto comandante Taleb Abdullah, conocido como Abu Taleb, en un ataque aéreo israelí en la aldea de Jouaiya, en el sur del Líbano, a comienzos de esta semana.

La fuente dijo que el “ataque compuesto” también tenía como objetivo establecer una disuasión después del asesinato de Abdullah. El grupo libanés utilizó 150 cohetes y 30 drones explosivos para atacar 15 posiciones israelíes, incluidas algunas en los Altos del Golán ocupados, dijo la fuente.

Los medios de comunicación israelíes informaron que los cohetes de Hezbolá hirieron al menos a dos personas y provocaron 15 incendios. En una declaración oficial, Hezbolá dijo que la operación fue “en apoyo al firme pueblo palestino y su valiente y honorable resistencia en Gaza y en el contexto de la respuesta al asesinato que el enemigo sionista lleva a cabo en Jouaiya”.

También este jueves, el canal de televisión Al-Mayadeen, afiliado a Hezbolá, informó que una persona murió y al menos 15 resultaron heridas cerca de la ciudad de Tiro, en el sur del Líbano, tras un ataque israelí. Según el informe, aviones de combate israelíes atacaron un edificio entre las aldeas de Janata y Deir Qanun, en el sur del país.

En el contexto de la radicalización de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, el líder del Partido de Unidad Nacional y exministro sin cartera de Israel Benny Gantz dijo el jueves que, si Hezbolá no detiene sus ataques contra Israel, “el Líbano podría arder”.

En una entrevista con el canal 12, Gantz aseguró que su partido apoyará al gobierno israelí en sus acciones contra Hezbolá a pesar de su retirada del gabinete de guerra.