Make Europe great again” (Hacer a Europa grande otra vez). Es el lema que ha escogido el ultranacionalista Viktor Orbán para la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE) que corresponderá a Hungría el próximo semestre. No es un eslogan nuevo. Es el mismo que utilizó Donald Trump en la carrera que lo llevó a la Casa Blanca en 2016. El gobierno de Orbán asumirá, por tanto, el bastón de mando de la UE el 1º de julio y su mandato coincidirá con las elecciones en Estados Unidos, a las que de nuevo se presenta el magnate.

Que Hungría asuma la presidencia del Consejo de la UE, algo que toca de forma rotatoria cada seis meses a los estados miembros, genera cierta incertidumbre en los demás estados miembros, que tienen a Orbán como el enfant terrible que en los últimos años, además de vulnerar el Estado de derecho en su país, ha torpedeado cada decisión que requería de los 27, especialmente en lo que ha tenido que ver con la guerra en Ucrania, y ha aprovechado para chantajear a sus socios.

Eso ha llevado a tomar algunas decisiones con prisa en este semestre para que la decisión no recayera en la presidencia húngara, que ya ha adelantado que no acelerará aquellos expedientes en los que no está de acuerdo durante el período en el que le toca organizar el funcionamiento interno del Consejo de la UE, donde están representados los gobiernos. La presidencia belga apretó para tener cerrado el mandato negociador de la adhesión de Ucrania y Moldavia precisamente para que no le tocara a Hungría.

Orbán soliviantó al resto de los líderes con un encuentro con el presidente ruso, Vladimir Putin, hace unos meses y no oculta su simpatía por Trump, cuya vuelta a la Casa Blanca es una de las principales preocupaciones que tiene la UE. Durante su mandato las relaciones se resintieron mucho y con Joe Biden se ha trabajado por recuperar la sintonía entre los dos continentes, a pesar de la guerra comercial que se ha desencadenado. La elección del lema es un guiño claro de Orbán. Los eslóganes de las presidencias anteriores han sido “Proteger, fortalecer y preparar”, en el caso de la belga, y “Europa, más cerca”, en el caso de la española.

Orbán levanta el veto a Rutte

La tensión de Orbán con otros líderes de la UE ha sido palpable en los últimos años, pero seguramente fue con el primer ministro holandés, Mark Rutte, la más evidente. En 2021, el liberal fue muy crítico con Orbán e invitó a Hungría a salir de la UE por la aprobación de leyes homófobas. Rutte fue el más duro entonces contra el gobierno húngaro y llegó a decir que debían conseguir que se “arrodillara”. El primer ministro húngaro se ha cobrado venganza durante algún tiempo al no apoyarlo en su carrera por la secretaría general de la OTAN.

“No hay ningún político occidental con peor reputación en Hungría que el señor Rutte. Dijo dos frases que el pueblo húngaro no le perdonará”, afirmó Orbán en una entrevista en Mandiner este mes, informa la agencia de noticias Efe.

Pero la situación cambió este lunes durante la cena informal de los líderes de la UE en Bruselas. Rutte se acercó a Orbán y mantuvieron una conversación en la que, según dijo el holandés, le dio una serie de explicaciones a su colega húngaro, aunque dejó claro que no había sido una disculpa como tal. Se comprometió a mandarle por escrito lo que habían hablado y la carta ha llegado en tiempo récord.

En la mañana del martes, Orbán tenía el escrito en el que Rutte confirma que mantendrá las excepciones a la participación de Hungría en la defensa de Ucrania que pactó con el todavía secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hace una semana. “Tomo nota de que las declaraciones que hice como primer ministro de Holanda en 2021 han creado desafección en Hungría”, agrega la misiva que el propio Orbán ha colgado en las redes sociales con un mensaje en el que brinda su apoyo a Rutte para el puesto.

El de Hungría, junto al de Eslovaquia, que lo ha anunciado también el martes, deja el camino expedito a Rutte, que ya contaba con el apoyo de los grandes cuando el presidente rumano, Klaus Iohannis, se postuló. Ahora sólo falta que se retire para que la figura de Rutte, que pronto saldrá del gobierno, cuente con el consenso necesario para ser designado por los aliados nuevo jefe de la OTAN.

Este artículo fue publicado originalmente en elDiario.es.