El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reafirmó la posición de su país de no reconocer formalmente los resultados de las elecciones en Venezuela, celebradas el 28 de julio.
En una entrevista concedida este jueves a Radio T, una cadena con sede en el estado de Paraná, el mandatario afirmó además que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, “le debe una explicación al mundo”.
“Él [Maduro] sabe que le debe una explicación a la sociedad, al mundo. Él lo sabe”, destacó Lula, quien aprovechó la ocasión para enfatizar y dejar en claro que quiere que “la gente respete lo que pasa” en Venezuela, informó la revista Carta Capital.
Desde hace largos años, el gobierno de Maduro está bajo una permanente presión internacional, especialmente por parte de Estados Unidos, debido a acusaciones de persecución contra opositores políticos. Poco después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera a conocer los resultados de la votación, las exigencias se intensificaron, debido a que, pese a los reclamos de muchos actores, tanto desde dentro de Venezuela como internacionales, las actas de las mesas de votación nunca fueron publicadas, así como tampoco se dio a conocer ningún detalle sobre los comicios, más allá del discutible resultado.
La situación de extrema tensión en Venezuela, que en los días inmediatamente posteriores a la elección tuvieron mucha agitación callejera y una durísima represión, que se saldó con más de 20 muertos, centenares de personas heridas y alrededor de 2.000 detenidos, viene requiriendo un esfuerzo diplomático de parte de varios países.
Brasil, por ejemplo, incluso asumió las funciones diplomáticas de Argentina en Caracas, ya que Maduro decidió expulsar al embajador argentino del país por la posición que tomó el gobierno de Javier Milei sobre las elecciones.
Esta semana el asesor especial de la Presidencia de la República, el excanciller brasileño Celso Amorim, quien se encontraba en Venezuela como observador electoral, sugirió que una salida a la crisis podría ser la celebración de nuevas elecciones, idea a la que Lula se refirió en la entrevista de este jueves.
“A Maduro todavía le quedan seis meses en el cargo. Si tiene sentido común, podría intentar hacer un llamado al pueblo de Venezuela, tal vez incluso convocar nuevas elecciones, establecer criterios para la participación de todos los candidatos, crear un comité electoral suprapartidario que permita a todos participar y dejar que ingresen al país observadores de todo el mundo”, dijo Lula.
En la misma línea, de acuerdo con lo que informó AFP, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, pidió “nuevas elecciones libres” con “garantías totales a la acción política” y el “levantamiento de todas las sanciones” económicas impuestas por Estados Unidos contra Venezuela.
Mientras tanto en Washington, ante la pregunta de un periodista en la Casa Blanca sobre si apoya nuevos comicios en Venezuela, el presidente estadounidense Joe Biden respondió que “sí”.
Horas antes, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, había declinado hacer comentarios específicos sobre la convocatoria de nuevas elecciones, pero reiteró la preocupación de Estados Unidos por lo que está pasando en Venezuela.
Maduro, por su parte, mantiene firmemente la posición de que no hubo irregularidades en la elección, a pesar de que todas las evidencias existentes indican lo contrario. En las últimas semanas, entre los arrestados hubo varios dirigentes opositores políticos y Lula, quien en el pasado fue uno de los pocos mandatarios de la región que apoyaron a Maduro, reconoció que actualmente la relación entre ambos está deteriorada. “No es fácil ni bueno para un presidente de un país dar consejos sobre la política de otro país. Tengo una relación desde que asumí y se fue deteriorando porque la situación política ahí se está deteriorando”, reconoció el presidente brasileño.
En otra parte de la entrevista, Lula se refirió a temas económicos, volvió a defender al ministro de Economía, Fernando Haddad, por impulsar políticas de aumento de los ingresos y remarcó nuevamente su idea de imponer un impuesto global a los milmillonarios, algo que ya planteó en la cumbre del G7.
“Cuando llaman a Haddad recaudador de impuestos es porque estamos trabajando políticamente para gravar a los más ricos. Estaremos proponiendo en el G20, que será en noviembre aquí en Brasil, que el mundo tome la decisión de gravar al 2% más rico de la población mundial”, agregó Lula.