El presidente colombiano, Gustavo Petro, decidió en la noche del lunes declarar el estado de conmoción interior debido a los enfrentamientos armados que comenzaron la semana pasada entre integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El conflicto se desencadenó la semana pasada en la región del Catatumbo, situada en el departamento de Norte de Santander, ubicado en el noreste del país, junto a la frontera con Venezuela, y de acuerdo a fuentes oficiales ya dejó más de 100 muertos y decenas de heridos.

De acuerdo a lo que informó el portal colombiano La Silla Vacía, la violencia se desató por la pretensión del ELN de retomar el control total en la zona. Los combates generaron el pánico entre la población del lugar y se estima que alrededor de 20.000 personas abandonaron sus hogares en esta región montañosa y selvática en la que viven en total cerca de 250.000 habitantes, predominantemente poblaciones indígenas, y se trasladaron en su mayoría hacia Cúcuta, capital de Norte de Santander, así como también a los municipios de Ocaña y Tibú, cercanos al Catatumbo.

Estas acciones promovidas por el ELN provocaron que el presidente Petro suspendiera las conversaciones de paz con esta organización guerrillera, a la que el mandatario acusó de cometer “crímenes de guerra”.

“Lo sucedido en el Catatumbo no es sino una demostración más del tránsito de las guerrillas insurgentes hacia las organizaciones narcoarmadas. La acción de masacre cometida por el ELN con fuerzas traídas desde Arauca hasta el Catatumbo calca perfectamente el accionar de los grupos paramilitares, cuando, dirigidos por Mancuso, llegaron a la zona: masacre de campesinos civiles, en estado de indefensión. Crímenes de guerra por doquier que son crímenes contra la humanidad. Como lo anunciaba antes, el ELN se apartó de la teoría del 'amor eficaz' de su fundador, el sacerdote Camilo Torres Restrepo, del que aún guardo su sotana, y transitó hacia los caminos de Pablo Escobar, al que escogieron como su guía permanente”, escribió Petro en su cuenta de X.

En el texto publicado en esa red social el dirigente izquierdista agregó: “Le corresponde al ejército actual, el ejército de la Constitución, salvar y proteger a la población del Catatumbo del ELN, su asesino. El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá. Nosotros, el gobierno, estamos al lado del pueblo. Todo aquel que aún mantenga su corazón firme al lado del 'amor eficaz' será escuchado. Todo aquel que haya dejado que su corazón lo gane la codicia será enfrentado. Al pueblo, mucha organización y firmeza, las armas de la nación están a su lado”.

De acuerdo a la legislación colombiana, el presidente está facultado para decretar el estado de conmoción interior, según el artículo 213 de la Constitución, “en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía”.

Con esta declaración, de acuerdo a lo que informó el portal ecuatoriano Primicias, el gobierno de Petro “tendrá las facultades estrictamente necesarias para conjurar las causas de la perturbación e impedir la extensión de sus efectos”.

La situación de la población del Catatumbo genera preocupación y en ese sentido la Oficina en Colombia de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó en un comunicado que hay 23 comunidades indígenas integrantes de los pueblos Barí y Yukpa confinadas por la oleada de violencia.

También alertó que 46.000 niños, niñas y adolescentes no están pudiendo ir a estudiar. La oficina colombiana de la ONU indicó, además, que la escalada de violencia del ELN contra la población civil tiene un “impacto nefasto” para los derechos de comunidades, mujeres, niños y pueblos indígenas, así como de otras poblaciones protegidas como firmantes de paz, defensores de derechos humanos y líderes sociales.