Este jueves, funcionarios del gobierno de Israel y de la organización islamista palestina Hamas firmaron en la ciudad egipcia de Sharm El Sheij un documento en el cual se definieron los detalles del acuerdo al que llegaron las partes en la noche del miércoles, sobre la base de una propuesta presentada por el presidente estadounidense Donald Trump.

“El borrador final de la primera fase fue firmado esta mañana en Egipto por todas las partes para liberar a todos los rehenes”, declaró una portavoz de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Esta primera fase implicará la liberación de los 48 rehenes israelíes que permanecen en Gaza, se estima que 20 de ellos con vida, a cambio de unos 2.000 prisioneros de seguridad palestinos. Además, habrá una retirada parcial de Israel y un alto al fuego en todo el territorio de Gaza, donde comenzará a entrar ayuda humanitaria de manera regular y constante.

En las primeras horas de la noche del jueves el acuerdo fue aprobado por el gabinete de seguridad israelí que preside Netanyahu, aunque con la presumible negativa de los dos ministros más ultraderechistas, racistas e intransigentes: el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y el del Finanzas, Bezalel Smotrich.

También en la jornada del jueves el jefe en el exilio de Hamas, Khalil Al-Hayya, afirmó que la entidad extremista que integra había recibido garantías de Estados Unidos, mediadores árabes y Turquía de que la guerra en Gaza terminó de manera definitiva.

El acuerdo estipula que todos los rehenes vivos y el mayor número posible de rehenes muertos serán devueltos en un plazo de 72 horas tras su adopción, pero el plazo empezará a correr una vez que las Fuerzas de Defensa de Israel completen una retirada inicial de algunas zonas de Gaza.

Según un alto funcionario de la Casa Blanca, es probable que la liberación de rehenes comience el lunes, mientras que el presidente Trump afirmó que serán liberados el lunes o el martes, de acuerdo a lo que consignó el diario The Times of Israel.

A cambio, Israel liberará a 250 prisioneros de seguridad palestinos que actualmente cumplen condenas de cadena perpetua en prisiones israelíes, así como también a unos 1.700 palestinos detenidos por el ejército en Gaza después del 7 de octubre de 2023.

Como parte del acuerdo, las autoridades israelíes también se comprometieron a entregar los cuerpos de 15 palestinos a cambio de cada rehén cuyos restos sean devueltos a Israel.

El acuerdo actual es sólo la primera fase del plan de paz de Trump para Gaza, que en última instancia exige el desarme de Hamas, la desmilitarización de la Franja y la instalación de un órgano de gobierno de transición “tecnocrático”.

Aunque Israel y Hamás han respaldado, en principio, el marco presentado por la Casa Blanca, hay muchos detalles que no se negociaron ni acordaron, por lo que esta fase inicial es el comienzo de un proceso muchísimo más amplio.

Fuentes cercanas a las negociaciones informaron al canal catarí Al-Araby que las conversaciones para la segunda fase del acuerdo de alto el fuego comenzarían un día después de la liberación de los rehenes.

Según lo acordado hasta ahora, el ejército israelí se retirará de poco más de la mitad del territorio de la Franja, el 53 %, la mayor parte que se encuentra fuera de las zonas urbanas.

Tras la retirada, los militares israelíes seguirán controlando una zona de amortiguación a lo largo de toda la frontera con Gaza, incluyendo el corredor Filadelfia (la zona fronteriza entre Egipto y Gaza), junto con Beit Hanún y Beit Lahiya en el extremo norte de la Franja, una parte en las afueras orientales de la ciudad de Gaza y amplias zonas de Rafah y Jan Yunis, en el sur del territorio gazatí.

Trump declaró este jueves desde Washington que había logrado poner fin a la guerra en Gaza, aunque indicó que las cuestiones relativas a la gestión del territorio tras el cese del fuego aún deben resolverse. “Terminamos la guerra en Gaza y, sobre una base mucho más amplia, logramos la paz; ojalá una paz duradera en Medio Oriente”, manifestó el mandatario estadounidense.

Sobre el futuro, el presidente estadounidense quiere que Gaza tenga un gobierno, pero no una fuerza militar, según declaró un alto funcionario estadounidense al diario israelí Haaretz.

Si bien para que se llegara a un acuerdo entre Israel y Hamas fue determinante la actuación de Estados Unidos, Turquía, Qatar y Egipto, estos países todavía no prometieron fondos para la reconstrucción de Gaza, ya que no se ha aprobado ningún plan al respecto.