Las recientes visitas a Israel al inicio de esta semana de los dos enviados de más confianza del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre Medio Oriente, Steve Witkoff, y el yerno del mandatario, Jared Kushner, más la posterior llegada del vicepresidente James David Vance, dejaron claro que Washington está tratando por todos los medios de controlar de ahora en más las acciones militares israelíes sobre los territorios palestinos.

En este sentido, este jueves trascendieron declaraciones que Trump hizo en una entrevista con la revista Time, en la que declaró que Israel perdería “todo el apoyo” de Estados Unidos si intentara avanzar con la anexión de algunas partes de Cisjordania.

Los comentarios publicados por Time fueron realizados por Trump durante una entrevista el 15 de octubre, antes de que el Parlamento israelí aprobara el miércoles, en una lectura preliminar y en contra de la voluntad del primer ministro Benjamin Netanyahu, un proyecto de ley que aplicaría la soberanía israelí a todos los asentamientos ilegales que existen en Cisjordania.

El impulsor de esta idea fue un partido sionista, religioso y ultraconservador llamado Noam, que llegó al Parlamento en los últimos comicios, al igual que los dos ministros más extremistas del gabinete de Netanyahu, el de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y el de Finanzas, Bezalel Smotrich.

El Likud, el partido al que pertenece el primer ministro, mandató a todos sus diputados a votar en contra porque esta votación dificulta el accionar político de su gobierno. Pero un diputado del partido, Yudi Edelstein, molesto porque fue sacado del cargo de presidente de la comisión de Defensa del Parlamento por no acordar con los ultrarreligiosos acerca de la excepción del servicio militar, terminó votando a favor. Y así la ley pasó en votación primaria, y si bien en los hechos no será aprobada, lo que pasó generó una situación muy incómoda para muchos, incluyendo al propio Netanyahu.

Las autoridades estadounidenses quedaron particularmente molestas con este paso, que por más que sea simbólico es inoportuno y entorpece la frágil situación que se vive en la zona. Sobre este tema, este jueves, día en el que se fue de Israel, el vicepresidente Vance dijo que la votación del día anterior en el Parlamento fue “muy estúpida” y lo había ofendido personalmente porque se hizo mientras él estaba en el país. “Cisjordania no será anexada por Israel. Esa seguirá siendo nuestra política, y si la gente quiere votar simbólicamente, puede hacerlo, pero desde luego no nos gustó”, afirmó Vance de manera enfática.

En la entrevista con Time Trump había dicho que la anexión israelí de Cisjordania “no se llevará a cabo porque di mi palabra a los países árabes”. El líder republicano agregó también que le había dicho a Netanyahu que “no puede luchar contra el mundo” y que debe aceptar poner fin a la guerra con Hamas en la Franja de Gaza.

“Puedes librar batallas individuales, pero el mundo está en tu contra”, dijo Trump, que expresó también que de no ser por la presión que le impuso a Netanyahu, “simplemente habría seguido adelante”. “Podría haber durado años. Habría durado años. Pero lo detuve, y todos nos unimos cuando lo detuve”, enfatizó Trump.

Al mismo tiempo, fuentes de defensa israelíes afirmaron que altos funcionarios estadounidenses declararon que no tolerarán ninguna sorpresa de Israel que pueda poner en peligro el alto el fuego en Gaza, un hecho que en la práctica significa que Estados Unidos está asumiendo ciertas autoridades de seguridad de Israel.

Ayuda en cuentagotas

Mientras las acciones diplomáticas prosiguen para mantener el frágil alto el fuego vigente en Gaza, el gobierno de Israel continúa restringiendo la entrada de ayuda humanitaria al territorio palestino, que sigue padeciendo una emergencia humanitaria.

La Organización Mundial de la Salud afirma que 15.000 palestinos que necesitan desesperadamente tratamiento médico esperan ser evacuados de Gaza después de que 41 pacientes críticos fueran evacuados el miércoles, mientras que el cruce de Rafah, fronterizo con Egipto, permanece cerrado a pesar del acuerdo de alto el fuego.

Este jueves, en una declaración, el jefe de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Volker Turk, declaró su satisfacción con el fallo emitido el miércoles por la Corte Internacional de Justicia, que determinó que Israel debe satisfacer las necesidades básicas de los civiles palestinos en Gaza y permitir la entrada de ayuda humanitaria al territorio.

“Israel –y todos los demás Estados– deben cumplir con la ley, como lo establece claramente el fallo de la Corte, y actuar con rapidez para lograr mejoras significativas en la terrible situación humanitaria y de derechos humanos sobre el terreno”, dijo Turk sobre el tema.