El No que recibieron el domingo cuatro propuestas del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, sometidas a votación, forzó cambios en su gabinete.

Los votantes rechazaron que se permita la instalación de bases militares extranjeras en el país, la iniciativa de crear una Asamblea Constituyente, la reducción del número de integrantes de la Asamblea Nacional de 151 a 73 legisladores y la propuesta de quitar la financiación pública a los partidos políticos.

El presidente aceptó la derrota con un mensaje en las redes sociales. En línea con su declaración, varios de sus ministros destacaron que se cumplió con la promesa de consultar a los ecuatorianos, que se respetó su voluntad y seguirían trabajando por el país.

Sin embargo, después del contundente rechazo a las propuestas de Noboa, con triunfos del No por márgenes de entre 6% y 23% sobre el Sí en las distintas consultas, dos ministros dejaron sus cargos el martes: la titular de Trabajo, Ivonne Núñez, y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Danilo Palacios.

Según la prensa ecuatoriana, los 14 integrantes del gabinete pusieron sus cargos a disposición. Pero esto no se informó oficialmente, ni tampoco se hizo público el motivo por el que Noboa, a dos días de la derrota en las urnas, partió en viaje oficial a Estados Unidos, informó el medio digital ecuatoriano Primicias. Finalmente, el presidente dispuso seis cambios en su gabinete.

Además de los ministros de Trabajo y Agricultura, fueron reemplazados los de Gobierno, Zaida Rovira; Educación, Alegría Crespo; Salud, Jimmy Martín, y Desarrollo Humano, Harold Burbano. No obstante, dos de ellos sólo cambiaron de cartera: Rovira pasó a Desarrollo Humano y Burbano a Trabajo.

Los reemplazos que generaron mayor polémica fueron los dispuestos en el Ministerio de Gobierno y el de Salud.

Como titular de Gobierno, la primera opción de Noboa fue Álvaro Rosero, gerente de la radio EXA/Democracia y conductor del programa El show de la papaya. Sin embargo, Rosero tuvo que rechazar el ofrecimiento. “Está claro que mi perfil despertó temores en un momento en el que el país necesita serenidad, no pánico fabricado”, manifestó en X.

De acuerdo con Primicias, la designación de Rosero fue cuestionada por su falta de experiencia de gobierno para ocupar un puesto clave, en el que debía actuar como nexo entre el Poder Ejecutivo y los partidos políticos y otras organizaciones. Se trata además de un ministerio por el que han pasado varios titulares en los dos años de presidencia de Noboa: Rosero era el quinto en ser designado para liderarlo.

Finalmente, fue confirmada en el cargo la legisladora oficialista Nataly Morillo. La asambleísta anunció en sus redes sociales que desde su nuevo papel trabajará “para promover el diálogo político y fortalecer” la democracia.

Esta dirigente de 38 años, licenciada en Comunicación Social y diplomada en Marketing y Negocios Digitales, fue directora de Comunicación en varias instituciones, entre ellas el Ministerio del Interior, durante los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso. Después, como asambleísta de ADN, el movimiento que lidera Noboa, fue vicepresidenta de la Comisión de Fiscalización, encargada de ejercer un control de las políticas de gobierno; esa comisión ha sido criticada por no haber ejercido sus funciones en los últimos dos meses.

Los cambios en el gobierno de Noboa incluyeron también la salida de otros funcionarios: la portavoz de la Presidencia, Carolina Jaramillo; el presidente del directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Édgar Lama, y los gobernadores (representantes del gobierno) en las provincias de Guayas y Los Ríos, informó la agencia Efe, que recordó que esas regiones son las más afectadas por la violencia vinculada al crimen organizado en el país.

Al frente del Ministerio de Salud quedó temporalmente la vicepresidenta, María José Pinto. En Ecuador el presidente es quien atribuye las funciones a la persona que ocupa la vicepresidencia.

En este caso, el cambio generó polémica porque se dispuso cuando el Ministerio de Salud, al igual que el IESS, enfrentan una crisis por el desabastecimiento en los hospitales públicos de insumos y medicamentos.

Esa crisis llevó a declarar una emergencia por un período que está por finalizar, pero el problema no se ha resuelto mediante las compras estatales que se requieren para abastecer los centro de salud. La vicepresidenta anunció que pedirá un análisis “profundo” sobre la situación de los hospitales públicos.