Un ataque incendiario perpetrado por colonos israelíes contra una mezquita en Cisjordania se sumó este jueves a la extensa lista de ataques que extremistas judíos vienen perpetrando en el más grande de los territorios palestinos.
Según informaron residentes locales a la cadena qatarí Al Jazeera, los colonos vandalizaron la mezquita Hajja Hamida en la aldea palestina de Deir Istiya, en el norte de Cisjordania.
Fotografías tomadas en el lugar mostraban leyendas racistas y antipalestinas pintadas con aerosol en las paredes del templo religioso, que resultó dañado.
En este contexto de creciente violencia en Cisjordania, incluso condenada por el presidente israelí, Isaac Herzog, el miércoles el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, declaró que existe cierta preocupación por los acontecimientos, que podrían socavar los esfuerzos por mantener el alto el fuego en Gaza.
“Sin duda, existe cierta preocupación por la posibilidad de que los hechos ocurridos en Cisjordania tengan repercusiones y socaven lo que estamos haciendo en Gaza”, dijo Rubio a la prensa, antes de aclarar que espera que la violencia no ponga en peligro la frágil tregua que rige en la Franja.
Aunque Rubio evitó una condena directa, sus comentarios fueron una rareza porque constituyeron un pronunciamiento distante de la postura de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el tema de la violencia de los colonos.
Ni el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ni el resto de quienes integran su coalición de gobierno hicieron mención alguna a los hechos de violencia que se vienen dando de manera cotidiana en Cisjordania. Esto es interpretado como un apoyo tácito a las acciones vandálicas.
Muerte en Cisjordania y provocaciones en Jerusalén
Dos adolescentes palestinos fueron asesinados a tiros por fuerzas israelíes en la localidad de Beit Ummar, al norte de Hebrón, en la Cisjordania ocupada, según informó este jueves la agencia palestina de noticias WAFA. Soldados israelíes abrieron fuego contra ellos en la zona sur de la localidad, luego recuperaron sus cuerpos y declararon el área zona militar cerrada.
El activista local Mohammed Awad afirmó que las fuerzas israelíes intensificaron las redadas y la persecución de agricultores en la zona, donde está el asentamiento ilegal de Karmei Tzur.
Awad dijo que muchos palestinos fueron golpeados y otros detenidos, en el marco de una escalada de ataques de colonos con el objetivo de presionar a los residentes para que abandonen sus tierras.
También este jueves las fuerzas israelíes detuvieron a alrededor de 40 palestinos en la ciudad de Dura, al sur de Hebrón, también en Cisjordania, en lo que grupos de prisioneros describieron como una de las mayores campañas de arresto de esta semana.
La Sociedad de Prisioneros Palestinos (PPS) indicó que entre los detenidos se encontraban exprisioneros y un abogado.
Los soldados también realizaron interrogatorios en la calle, vandalizaron propiedades y detuvieron brevemente a otras personas, según la PPS.
Por otra parte, se reportaron redadas en las gobernaciones de Nablus y Tulkarem, acompañadas por extensos registros e incursiones nocturnas de las fuerzas de seguridad israelíes.
En este momento transcurre una nueva temporada de cosecha de aceitunas, actividad que en los últimos años se ha convertido en un momento álgido en Cisjordania porque los colonos israelíes extremistas regularmente amenazan y dañan físicamente a los recolectores palestinos. Pero este año “la situación sobre el terreno está fuera de control”, dijo Anton Goodman, integrante de Rabinos por los Derechos Humanos, al diario israelí Haaretz.
De acuerdo con cifras de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, desde que comenzó la cosecha de aceitunas este año en Cisjordania se registraron 126 ataques de colonos a 70 pueblos y aldeas, 112 palestinos fueron heridos y 4.000 árboles vandalizados.
Este jueves la violencia de los extremistas israelíes también se extendió a otro territorio palestino, Jerusalén Este. Tanto medios israelíes como palestinos reportaron que alrededor de 1.000 colonos irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas.
Este lugar se ha convertido en un objetivo habitual de visitas de políticos israelíes de derecha y de colonos que irrumpen en el recinto y realizan rituales religiosos bajo la protección de las fuerzas israelíes.
Bajo el statu quo vigente desde hace décadas, tanto los judíos como otras personas no musulmanas pueden visitar el lugar durante horarios específicos, pero no tienen permitido rezar ni exhibir símbolos religiosos.