Las elecciones realizadas el domingo 30 de noviembre en Honduras siguen sin tener ganador y generando especulaciones dentro del país centroamericano, uno de los más pobres del continente, que se encuentra sumergido en una profunda crisis política.

Este martes, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, condenó “la injerencia” del presidente estadounidense Donald Trump en el proceso electoral.

“Desde aquí, desde esta casa de la Justicia, condeno la injerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando amenazó al pueblo hondureño con que, si le daban el voto a una valiente y patriota candidata del partido Libre, Rixi Moncada, iban a tener consecuencias”, dijo Castro en un discurso en la sede del Poder Judicial en el departamento de Olancho, en el este del país.

Según lo que informó el diario local La Tribuna, la mandataria izquierdista remarcó que “la justicia es también el respeto a los valores democráticos”, y dijo también que en las elecciones hubo “trampas, fraudes y manipulación del TREP” (sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares).

Según los últimos números oficiales del Consejo Nacional Electoral, que retomó el conteo el lunes, luego de estar dos días sin hacerlo por un problema en el software de transmisión de datos, va primero Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional apoyado por Trump con 1.298.835 votos (40,52 %).

En segundo lugar se encuentra Salvador Nasralla, del Partido Liberal, que suma 1.256.428 sufragios (39,48 %), con el 99,40 % de las actas escrutadas, mientras que la aspirante presidencial del gobernante Partido Liberad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, permanece en el tercer lugar con 618.448 votos (19,29 %).

En la noche del domingo, Moncada dijo que su sector político, que es liderado por Xiomara Castro, no reconocería los resultados de las elecciones y pidió que se anule todo el proceso.

El lunes, quien se expresó fue Salvador Nasralla, que en un largo texto en su cuenta de X criticó el conteo, calificándolo como un “fraude” y un “robo” y agregó: “Falta mucha tela por cortar para que aceptemos los resultados”.

En este contexto fue que la presidenta Xiomara Castro apuntó este martes sus dardos contra la administración comandada por Trump.

“Los conservadores de Washington han tomado la decisión de aliarse con el narcotráfico, con el crimen organizado y las maras que durante 12 años y siete meses operaron con impunidad desde el propio Estado. Esas alianzas buscan restaurar el orden viejo que convirtió a Honduras en un narcoestado, obligó a miles de hondureños a emigrar y pretende impedir que el pueblo avance en su proceso de refundación”, remarcó la mandataria.

Castro dijo además que el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, perteneciente al Partido Nacional, a quien Trump indultó la semana pasada, “fue condenado a 45 años [de cárcel] por organizar un cartel de narcotráfico y por intereses políticos”, y que “un día antes de las elecciones fue favorecido con el indulto presidencial”.

También expresó que Honduras vive “un proceso marcado por amenazas, coacción, manipulación del TREP y adulteración de la voluntad popular”.

Por este motivo la presidenta del país centroamericano dijo que denunciará lo que está sucediendo ante organismos internacionales.

“Estas acciones constituyen un golpe electoral en curso que vamos a denunciar en Naciones Unidas, la Unión Europea, la Celac, la OEA y otros organismos internacionales. Mi deber como presidenta y como mujer que surgió de la resistencia es defender la democracia, la dignidad nacional y la voluntad soberana del pueblo”, advirtió Castro.

De acuerdo con la presidenta, las elecciones del 30 de noviembre “están viciadas de nulidad”, porque la democracia no existe sin justicia.

“El pueblo hondureño jamás debe aceptar elecciones marcadas por la injerencia y la manipulación y el chantaje. La refundación de Honduras no acepta sumisión”, concluyó.