La decisión de Trump de imponer aranceles de 25% a las importaciones de acero y aluminio, sin importar de dónde provengan, afectan, entre otros países, a Brasil y Argentina, que comercian esos productos con Estados Unidos.

“Medidas unilaterales de este tipo son contraproducentes para la mejora de la economía global”, dijo el ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad. Señaló que se trata de una decisión “genérica”, adoptada para todos los países, y no “contra Brasil”.

Haddad comunicó que el gobierno está atento a las reacciones de otros países que comercian estos productos con Estados Unidos al tiempo que el Ministerio de Industria trabaja en reunir información sobre el impacto que tendrán estos aranceles para presentársela al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.

Según informó el diario Folha de São Paulo, el gobierno de Lula se propone evitar la confrontación y aprovechar el tiempo que queda antes de que entre en vigor esta medida, el 12 de marzo, para negociar desde ámbitos diplomáticos con el objetivo de revertir la decisión de Trump.

Esta línea de trabajo fue acordada con las empresas de los sectores afectados y apunta a volver a la política de cuotas a las importaciones negociada con Trump durante su primer mandato.

El periódico recordó que hasta 2018 Estados Unidos importaba acero y aluminio con reglas más abiertas, siguiendo pautas de la Organización Mundial del Comercio, como las normas antidumping. Pero ese año, Trump anunció aranceles de 25% sobre las importaciones de acero y de 10% sobre las de aluminio, sin discriminar por el lugar de origen de esos productos.

Sin embargo, algunos países exportadores, entre ellos, Argentina, Brasil y Corea del Sur, consiguieron acuerdos para establecer cuotas para la exportación de aluminio y acero a Estados Unidos, cantidades de esos productos que se comercializarían sin pagar aranceles. Así se mantuvieron las reglas hasta ahora. El objetivo de Brasil es negociar por la vía diplomática para mantener esta situación.

“Escenarios desafiantes como este requieren sensibilidad y diálogo en la construcción de soluciones que no son simples, pero que tengan en consideración la necesidad de evitar disrupciones en el suministro de productos y materiales estratégicos para la economía brasileña”, manifestó la Asociación Brasileña de Aluminio, y agregó que se mantiene en diálogo con el gobierno.

A su vez, el Instituto Acero Brasil, que reúne a las siderúrgicas, negó lo que afirma Trump acerca de que Brasil importa grandes cantidades de acero chino para enviar la producción local a Estados Unidos, y mostró su sorpresa al respecto. En 2024, Brasil fue el segundo proveedor de acero de ese país, sólo superado por Canadá, informó Agência Brasil.

Geraldo Alckmin, que además de vicepresidente de Brasil es ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, defendió este miércoles el actual sistema de cuotas y la exención de aranceles para el acero y el aluminio exportados a Estados Unidos, y dijo que se buscará negociar al respecto. “Siempre es un buen camino” buscar una solución en la que las dos partes ganen, dijo.

Aranceles a Milei

En el caso de Argentina, la decisión de Trump de gravar las importaciones provenientes de ese país fue un golpe para el presidente Javier Milei, que se muestra como un aliado muy cercano al gobernante estadounidense. Tanto es así que Manuel Adorni, el vocero de Milei, llegó a comunicar tiempo atrás que Trump le manifestó: “Usted es mi presidente favorito”.

Sin embargo, a la hora de poner aranceles, esto no marcó por ahora una diferencia. Consultado acerca de Argentina en una conferencia de prensa, Trump respondió: “Tenemos un poco de déficit [comercial] con Argentina, como con casi todos los países”, y descartó una excepción en este caso.

De acuerdo con Infobae, entre 2004 y 2024, cerca del 43% de las exportaciones de aluminio argentino fueron para Estados Unidos. Además, tanto la producción de aluminio como la de fundición de metales y la de los fabricantes de productos de metal sufrieron caídas en 2024, que con la medida de Trump podrían profundizarse. Los aranceles afectarían exportaciones por 600 millones de dólares, informó elDiarioAr.

Los nuevos aranceles no sólo se interponen con el plan de Milei de firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, que el presidente argentino definió el lunes como su “prioridad”.

También implican un choque entre el discurso a favor del libre mercado que proclama Milei y las medidas proteccionistas que impulsa Trump, que busca defender la industria local.

Según citó Clarín, Milei dijo el lunes: “Trump no es un proteccionista. Trump utiliza la política comercial como instrumento de geopolítica. Después a usted le puede gustar o no, pero utiliza la política comercial de Estados Unidos como herramienta de negociación”.