Delegaciones de Estados Unidos y Rusia se reunieron este lunes en Riad, la capital de Arabia Saudita, en un encuentro en el que los representantes de ambas potencias intentaron acercar posiciones para resolver el conflicto bélico en Ucrania. Según hicieron saber funcionarios de las dos partes, la reunión, en la que no se firmó ningún documento, se centró en la seguridad en el mar Negro para que vuelva a ser navegable y así permitir a Ucrania exportar, en particular sus cereales. Rusos y estadounidenses también hablaron sobre el alto el fuego por 30 días sobre infraestructuras energéticas, compromiso hasta ahora incumplido, según acusaciones mutuas entre Moscú y Kiev.
El Ministerio de Defensa del Kremlin denunció que durante el fin de semana y en la madrugada del lunes Ucrania atacó la infraestructura energética rusa. Puntualmente señalaron un ataque con drones contra la estación de distribución de gas Valuika, ubicada en la región fronteriza rusa de Belgorod; otro contra un yacimiento de gas condensado en Glebovskoye, en la península de Crimea; y un tercero contra la estación de bombeo de petróleo Kropotkinskaya, en la región de Krasnodar.
En los últimos días, autoridades ucranianas acusaron a los rusos de incumplir la tregua por atacar varias infraestructuras energéticas del país. Pero también denunciaron bombardeos contra ciudades ucranianas y población civil.
“Cualquier contacto diplomático con Moscú debe estar respaldado por potencia de fuego, sanciones y presión”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, en su cuenta de X, al comentar sobre un ataque con misiles que dejó el domingo al menos 74 heridos en la ciudad de Sumy, en el noreste de Ucrania.
También el domingo, un día antes del encuentro en Riad entre rusos y estadounidenses, estos últimos mantuvieron en la misma ciudad una extensa reunión con funcionarios ucranianos, en la que se debatieron propuestas para proteger las instalaciones energéticas y la infraestructura crítica del país invadido por Rusia hace más de tres años.
Sobre estas conversaciones el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que fueron “constructivas” y agregó que el trabajo de las delegaciones “continúa”. El mandatario había anunciado previamente que entregaría a Estados Unidos una lista de la infraestructura energética que quedaría fuera del alcance de los ataques del ejército ruso, tema que se supone que fue tratado este lunes por los representantes de Washington y Moscú.
Este lunes, antes del inicio de las conversaciones entre rusos y estadounidenses, el presidente Donald Trump afirmó que esperaba que Washington y Kiev firmaran pronto un acuerdo de reparto de ingresos sobre los minerales críticos ucranianos, un fuerte anhelo del magnate republicano que no disimula su interés por recuperar los miles de millones de dólares que su país invirtió militarmente en Ucrania.
Trump también informó a la prensa que su gobierno estaba negociando con Ucrania la posibilidad de que empresas estadounidenses tengan el control de centrales eléctricas ucranianas.
Urgidas por la necesidad de seguir contando con el sustancial apoyo militar de Estados Unidos, las autoridades ucranianas aprobaron la firma de un acuerdo sobre minerales, aunque Zelenski rechazó públicamente la idea de que empresas estadounidenses posean centrales eléctricas ucranianas. Pero si bien las autoridades ucranianas manifiestan cierto optimismo, unas recientes declaraciones de Steve Witkoff, el enviado especial de Trump para tratar con el gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, inquietaron mucho a Kiev.
En una entrevista con el periodista Tucker Carlson, Witkoff legitimó los referéndums realizados en setiembre de 2022 en las cuatro regiones que Rusia tiene parcialmente bajo su dominio –Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia–, en los que se consultó a la ciudadanía si deseaba unirse a la Federación Rusa. Como era de esperar, estos referéndums, realizados sin ninguna garantía y que carecen por completo de reconocimiento internacional, terminaron con una abrumadora mayoría en apoyo a la idea de unirse a Moscú.
En sus declaraciones a Carlson, Witkoff afirmó que en las cuatro regiones donde Moscú celebró las consultas “la abrumadora mayoría de la población expresó que desea estar bajo el dominio ruso”. Estas afirmaciones del funcionario estadounidense, un hombre de estrecha confianza de Trump, fueron rechazadas de manera rotunda por Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano, quien declaró al diario Kiev Independent: “Tales declaraciones son absolutamente inaceptables y contradicen la política estadounidense hacia Ucrania”.