El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó en una conferencia de prensa que los bombardeos estadounidenses lanzados el fin de semana contra tres instalaciones de enriquecimiento de uranio en Irán –Fordo, Isfahán y Natanz– “destruyeron, sin duda”, las capacidades nucleares de ese país.

Hegseth descartó que Irán haya retirado el uranio enriquecido antes de los bombardeos y dijo que “ningún informe de inteligencia que haya revisado” indica “que las cosas no estaban donde debían estar o que hayan sido movidas”.

El presidente estadounidense, Donald Trump, reafirmó los dichos de su ministro. En su red Truth Social dijo que Irán “no sacó nada de las instalaciones” y agregó: “¡Tardaría demasiado, es demasiado peligroso y pesado y difícil de mover!”. Afirmó que “los autos y los pequeños camiones que había en el lugar eran los de los trabajadores que intentaban cubrir con cemento los agujeros”.

Hegseth calificó la operación militar que Washington denominó Midnight Hammer (Martillo de medianoche) como la “más compleja y secreta de la historia” del país.

El Pentágono comunicó en la misma conferencia de prensa que esta operación fue “la culminación de más de 15 años de desarrollo y pruebas” para lograr alcanzar instalaciones como Fordo, que se encuentra decenas de metros bajo tierra. Así lo dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine.

El militar comunicó que participaron en estas acciones 125 aviones y un submarino que atacó con misiles Tomahawk la instalación de Isfahán. Las otras dos instalaciones fueron blanco de bombas antibúnker de 13.600 kilos lanzadas desde bombarderos B-2.

Hegseth consideró que esta acción fue un “éxito rotundo que dio como resultado un acuerdo de alto el fuego” entre Irán e Israel. Esta ofensiva comenzó el 13 de junio, con ataques israelíes contra Irán, y terminó el martes.

El secretario de Defensa, además, descartó como noticias falsas las informaciones de prensa acerca de que el impacto de estos bombardeos en el programa nuclear iraní es relativo. Una primera evaluación de la CIA, entregada al Congreso y publicada por algunos medios, indicaba que los ataques no destruyeron las instalaciones nucleares, sino que sólo retrasaron “unos meses” el programa de enriquecimiento de uranio. “Los demócratas son quienes filtraron la información”, dijo este jueves Trump en su red social. “¡Deberían ser procesados!”, agregó.

El miércoles, el director de la CIA, John Ratcliffe, afirmó “que un conjunto de información fidedigna indica que el programa nuclear iraní ha resultado gravemente dañado por los recientes ataques selectivos” y que varias instalaciones “clave” deberán reconstruirse “a lo largo de años”.

El máximo líder iraní, el ayatolá Alí Jamenei, habló públicamente el jueves e hizo una lectura muy distinta de lo sucedido. Afirmó que Irán “aplastó” a Israel, que “quedó prácticamente noqueado”, y que también le dio “a Estados Unidos una dura bofetada”. Afirmó que Washington decidió atacar a Irán porque, “si no lo hacía, el régimen sionista sería completamente destruido”.

Destacó que su país atacó una base militar estadounidense en Qatar, Al-Udeid, y dijo que “el hecho de que la República Islámica tenga acceso a importantes centros estadounidenses en la región y pueda actuar contra ellos cuando lo considere necesario no es un incidente menor”. Advirtió que esto demuestra que si en el futuro se lanza un ataque contra su país, “el costo para el enemigo será sin duda elevado”.

En cuanto al daño en las instalaciones nucleares iraníes, dijo que Trump “exageró lo sucedido de una manera inusual”. El líder iraní agregó: “Atacaron nuestras instalaciones nucleares –lo cual, por supuesto, está sujeto a persecución penal independiente en tribunales internacionales–, pero no hicieron nada significativo”.

Consultado sobre las palabras de Jamenei, Hegseth dijo que Teherán “tendrá que decir muchas cosas para reforzar su imagen, sobre todo en lo interno”. A su vez, la Casa Blanca manifestó que las vías de contacto diplomático con Irán siguen abiertas.

También la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hizo un balance de este conflicto. Emitió un comunicado en el que calificó el resultado de “una gran victoria” que le permitirá a Israel avanzar en acuerdos en la región.

A su vez, el ministro de Defensa, Israel Katz, dijo este jueves al Canal 13 de Israel que en el reciente enfrentamiento con Irán el gobierno israelí “buscaba asesinar a Jamenei durante la guerra, pero la oportunidad no se presentó”. En referencia a Estados Unidos, agregó: “No necesitamos permiso alguno para tomar estas decisiones”.