La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró oficialmente este viernes que la Franja de Gaza enfrenta una situación de hambruna, a partir de los indicadores de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés).
“Estamos ante una hambruna que nos perseguirá a todos, porque es una hambruna predecible y evitable, una hambruna causada por la crueldad, justificada por la venganza, propiciada por la indiferencia y sostenida por la complicidad”, dijo en Ginebra el secretario general adjunto de la ONU para asuntos humanitarios, Tom Fletcher.
Agregó que en la Franja de Gaza la hambruna fue usada como arma de guerra, y que esta situación tiene lugar “a pocos cientos de metros de los alimentos” que están del lado israelí de la frontera y que el gobierno de Benjamin Netanyahu no deja pasar.
La declaración de la ONU fue emitida después de que la Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), que es un reconocido sistema internacional independiente que trabaja sobre seguridad alimentaria, concluyó que la gobernación de Gaza, la zona más habitada de ese territorio palestino, está en una situación de hambruna (fase 5 de la clasificación) y hay perspectivas de que se expanda.
La fase 5 supone la evidencia de que “los hogares sufren una falta extrema de alimentos y/o no pueden satisfacer otras necesidades básicas, incluso después de haber aplicado todas las estrategias de supervivencia posibles”, y se observan “casos evidentes de inanición, muerte, indigencia y niveles extremadamente críticos de malnutrición aguda”.
En su declaración, la ONU manifestó que, “tras 22 meses de conflicto incesante, más de medio millón de personas en la Franja de Gaza se enfrentan a condiciones catastróficas caracterizadas por el hambre, la indigencia y la muerte”.
El secretario general de esa organización, António Guterres, consideró que los resultados de la IPC no eran un “misterio”. Varias agencias de la ONU, así como organizaciones sociales que trabajan en la Franja de Gaza, habían advertido de la situación. “Es un desastre provocado por el hombre, una acusación moral y un fracaso de la humanidad misma”, dijo Guterres.
“Israel, como potencia ocupante, tiene obligaciones inequívocas, bajo el derecho internacional, de garantizar alimento y recursos médicos a la población. No podemos permitir que esta situación continúe con impunidad”, agregó.
“La hambruna no se trata sólo de comida; es el colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana”, dijo Guterres. “La gente se está muriendo [...] y quienes tienen el deber de actuar están fallando”, agregó.
En la Franja de Gaza 270 personas murieron por desnutrición, entre ellas 112 niños, según el Ministerio de Salud local. A su vez, más de 2.000 personas murieron atacadas cuando se acercaron a puntos de distribución de alimentos de la cuestionada Fundación Humanitaria para Gaza o a camiones que transportaban ayuda humanitaria.
Según el informe en el que se basa la declaración de la ONU, 1,6 millones de gazatíes sufren hambre en una población de poco más de dos millones de habitantes. Señala que la crisis es más profunda en la zona de la gobernación de Gaza, mientras que en el sur la situación todavía se encuentra en la fase 4, un poco más leve, pero está empeorando.
Varias agencias de la ONU –la Organización para la Alimentación y la Agricultura, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo para la Infancia– destacaron la rigurosidad de la CIF como grupo de especialistas y manifestaron que esta declaración debe “llevar a la acción”.
“La declaración de hambruna sólo es importante en la medida en que lleve a la acción, y lo que esperamos hoy es que la atención del mundo vuelva a Gaza con una respuesta de apoyo”, dijo el director del PMA, Jean-Martin Bauer.
Netanyahu dijo que el informe es una “mentira descarada” y agregó que “Israel no tiene una política de hambruna”, sino que “su política es prevenir la hambruna”. Agregó que la evaluación no tomó en cuenta “los esfuerzos humanitarios de Israel y el robo sistemático [de ayuda humanitaria por parte] de Hamas”. A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí manifestó que “la CIF acaba de publicar un informe fabricado y ‘a medida’ para la campaña fraudulenta de Hamas”.
La Organización Mundial de la Salud le respondió al gobierno israelí. “Los que trabajamos en el terreno vemos que esto está ocurriendo y hemos advertido constantemente al respecto. Es devastador cuando vemos que esto [las muertes] no sólo está sucediendo en los hospitales, sino en las comunidades”, dijo su responsable para los Territorios Palestinos, Rik Peeperkorn.
La organización civil Médicos sin Fronteras denunció que el viernes, el mismo día en que se emitió esta declaración, las fuerzas israelíes intensificaron su ofensiva en la ciudad de Gaza, “arrasando barrios y dejando destrucción a su paso”. Describió que hay “personas muriendo de hambre mientras las fuerzas israelíes invaden y destruyen cualquier rastro de vida que quede”.
Algunos gobiernos reaccionaron a la declaración de la ONU. El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Lammy, dijo que esta confirmación de la hambruna en Gaza es “absolutamente horrorosa”, que la situación “constituye un ultraje moral” y es algo “totalmente evitable”.
Su par de Países Bajos, Caspar Veldkamp, anunció este viernes su dimisión debido a que las diferencias dentro del gabinete impidieron al gobierno tomar medidas contra Israel que a su entender son “necesarias”.