Mientras el miércoles se informó de una importante serie de ataques israelíes sobre infraestructura de la milicia islamista libanesa Hezbolá en zonas del sur de Líbano, se espera que el jueves el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anuncie los detalles del plan de ocupación total de la Franja de Gaza del cual se viene hablando hace varios días.

Medios israelíes informaron que el plan se centra inicialmente en la toma de la ciudad de Gaza y la expansión de los centros de distribución de ayuda en coordinación con Estados Unidos.

Según un informe del Canal 12 de la televisión israelí, en la primera etapa del plan, Israel emitirá un aviso de evacuación a los residentes de la ciudad de Gaza, cuya población se estima en alrededor de un millón de personas, aproximadamente la mitad de la población de la franja, para dar tiempo al establecimiento de infraestructura civil en el centro de Gaza, incluyendo hospitales y campamentos para los evacuados. Se espera que esta fase dure varias semanas.

La iniciativa de ocupar Gaza y prolongar el conflicto bélico en el territorio palestino es objeto de cuestionamientos dentro de la interna militar israelí. De hecho, el jefe del ejército, Eyal Zamir, afirmó que la ocupación de Gaza pondrá a Israel frente a un “agujero negro”.

El miércoles, familiares de rehenes y activistas que se oponen a la extensión de las operaciones en Gaza se manifestaron frente al cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en Tel Aviv, donde se produjeron incidentes con las fuerzas de seguridad, de acuerdo a lo que informó el diario Haaretz.

Más temprano, en declaraciones radiales, Itzik Horn, padre del rehén Eitan y del exrehén Iair, declaró que las familias de los rehenes se oponían a la expansión de la guerra en Gaza.

Horn afirmó que no estaba claro por qué el gobierno quería expandir la guerra, ya que el estamento militar afirmaba que pondría en peligro a los rehenes. “Espero que el primer ministro se dirija al pueblo, que explique las implicaciones de esta idea para el país y el precio que pagaremos”, declaró. “Somos el pueblo. Quiero que el primer ministro explique por qué quiere matar a mi hijo”, agregó.

La decisión de Netanyahu es apoyada por los ministros más extremistas de su gabinete, entre ellos el de Finanzas, Bezalel Smotrich, que este miércoles publicó un video en el que expresó que hay que estrangular económicamente a la organización islámica extremista Hamas. “No se puede derrotar a Hamas sólo con tanques”, declaró el jerarca ultraderechista, quien agregó que espera que “se tome una decisión clara para conquistar toda Gaza”.

Funcionarios de las Naciones Unidas y grupos de ayuda negaron reiteradamente las afirmaciones estadounidenses e israelíes de que Hamas roba la ayuda humanitaria.

Los gobiernos de Israel y Estados Unidos, en cambio, vienen promoviendo a la empresa privada Fundación Humanitaria de Gaza, creada como una forma de eludir a las Naciones Unidas en la distribución de suministros humanitarios a los palestinos que sufren los bombardeos israelíes. Desde que esta empresa comenzó a operar en Gaza en mayo, casi 1.400 personas fueron asesinadas mientras estaban esperando para recibir ayuda humanitaria.

En este aspecto, la situación en el territorio palestino sigue siendo calamitosa y este jueves la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) advirtió que la hambruna desatada en el lugar podría tener consecuencias duraderas para los niños.

“Los socios que trabajan en la asistencia alimentaria advierten que la escasez masiva de alimentos sigue afectando las posibilidades de supervivencia de las personas”, declaró la OCHA en un comunicado.

“A medida que aumentan los niveles de desnutrición, los niños tienen mayor probabilidad de tener sistemas inmunitarios debilitados, lo que dificulta su desarrollo y crecimiento a largo plazo”, se agregó en el texto.

Otra dependencia de la ONU, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y el centro de satélites de la ONU divulgaron este miércoles un informe en el que revelaron que los ataques israelíes destruyeron casi toda la capacidad de producción alimentaria de Gaza, dejando a su población dependiente de la ayuda internacional.

En el estudio se especifica que sólo el 8,6 % de las tierras de cultivo de Gaza sigue siendo accesible, tras las extensas órdenes de evacuación israelíes de los últimos meses. Además, únicamente el 1,5 % es accesible y no sufrió daños, de acuerdo al informe.

La ofensiva militar y el colapso de la seguridad en Gaza hicieron casi imposible la entrega segura de ayuda, y las organizaciones humanitarias afirman que las recientes medidas israelíes para facilitar más asistencia distan mucho de ser suficientes.