En una reunión por videoconferencia realizada este miércoles, el presidente estadounidense Donald Trump transmitió a los líderes de los países europeos que no realizará ninguna concesión de territorios ucranianos al Kremlin durante el encuentro que tendrá el viernes con el líder ruso Vladimir Putin en la ciudad de Anchorage, en el estado de Alaska.
En la reunión virtual, en la que también participó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Trump agregó que cualquier conversación sobre cuestiones territoriales debe contar con la participación del gobierno de Kiev. El enfoque de Trump en la videoconferencia, revelado por el presidente francés, Emmanuel Macron, y también por el canciller alemán, Friedrich Merz, pareció tranquilizar a algunos de los líderes europeos, quienes le dijeron al líder estadounidense que en su reunión con Putin tenía el deber de proteger la soberanía de Ucrania y también velar por la seguridad europea.
En la conferencia virtual, que duró algo más de una hora y en la que también participó el vicepresidente estadounidense, James David Vance, los europeos intentaron conocer de primera mano la estrategia negociadora de Trump. Al haber sido excluidos de la reunión en Alaska, tanto el presidente ucraniano como los líderes no ocultaron sus temores de que Trump, decidido a cumplir su reiterada promesa de campaña electoral de que podría poner fin fácilmente al conflicto bélico en el extremo este de Europa, hiciera concesiones que comprometan la futura soberanía de Ucrania.
En una conferencia de prensa que dio después del encuentro virtual con Trump, el canciller alemán afirmó que “no se puede tomar ninguna decisión sin que se pronuncie Ucrania”, y agregó que tanto él como los otros participantes de la videoconferencia le manifestaron a Trump la necesidad de que tiene que ser Kiev el que “trate todos los temas relacionados con el intercambio de territorio”.
Por su parte, Macron declaró a los medios de prensa que no se habían llevado a cabo conversaciones serias sobre el intercambio de territorios entre Rusia y Ucrania dentro de Ucrania, y que, tal como lo había manifestado Merz, Trump había subrayado que dichas conversaciones sólo podían negociarse con Kiev. El mandatario francés dijo, además, que Trump pretende que, en caso de que las conversaciones en Alaska marchen bien, haya durante la semana siguiente una reunión trilateral entre Ucrania, Estados Unidos y Rusia.
Sobre este tema, fuentes de la Casa Blanca dijeron a la cadena CBS que la administración del presidente Trump está buscando una sede para la eventual reunión tripartita, que al parecer se celebrará en algún país europeo. Pero en la reunión del viernes en Anchorage, la principal ciudad de Alaska pese a que la capital del estado estadounidense es Juneau, no sólo se hablará sobre la guerra en Ucrania, sino que la instancia es vista por los dos países como una oportunidad para el relanzamiento de sus relaciones bilaterales, que tomaron un nuevo giro tras la asunción de Trump en la Casa Blanca.
En declaraciones al diario moscovita Izvestia, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, dijo que esperaba que el encuentro entre las delegaciones de ambos países sirviera para resolver algunas cuestiones importantes entre Moscú y Washington, por ejemplo, algunas cuestiones comerciales y la reapertura de los vuelos entre ambos países. Durante la semana Trump también había expresado que la cumbre de Alaska sería clave para la normalización de las relaciones con Moscú.
Volviendo a la cuestión de Ucrania, desde Rusia se considera que la concesión de territorios de parte del gobierno de Kiev es inevitable, dadas las actuales posiciones en el campo de batalla y los recientes avances de las tropas de Moscú en la región del Donbás. En las últimas horas también se refirió a este tema el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, el único mandatario de la Unión Europea que está decididamente del lado ruso. El líder magiar, de estrechos vínculos con Putin, dijo, en declaraciones recogidas por la prensa de su país, que Ucrania puso en peligro su existencia al alterar el equilibrio de poder en Europa. El mandatario húngaro agregó que las fuerzas de Kiev perdieron la guerra contra Rusia y ahora otros estados decidirán su futuro.
“Ucrania perdió, mientras que Rusia ganó esta guerra. La única pregunta es cuándo y bajo qué circunstancias las figuras occidentales que respaldan a los ucranianos admitirán que esto ha sucedido y qué significa”, declaró Orbán.