Las fuerzas israelíes comenzaron a ampliar su operación terrestre sobre la ciudad de Gaza, intensificando así su toma de la localidad más grande del territorio palestino anunciada hace semanas, mientras la población local describía que estaban cayendo los bombardeos más intensos desde que comenzó el conflicto, hace casi dos años.

Un oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmó que las tropas terrestres se estaban adentrando más en la ciudad y que el número de soldados aumentaría en los próximos días para enfrentarse a cerca de 3.000 combatientes de Hamas que, según el ejército israelí, todavía están en la ciudad, informó Reuters. “Gaza arde”, escribió el ministro de Defensa, Israel Katz, en su cuenta de X.

“Las FDI atacan con mano de hierro la infraestructura terrorista y sus soldados luchan con valentía para crear las condiciones necesarias para la liberación de los rehenes y la derrota de Hamas”, agregó el alto funcionario de la administración que lidera el primer ministro Benjamin Netanyahu. El jerarca afirmó que la organización islamista palestina debe desarmarse y entregar a los rehenes, porque, en caso contrario, “Gaza será completamente destruida”.

“Anoche comenzamos a intensificar nuestras operaciones en la ciudad de Gaza”, declararon voceros del ejército. “Es un proceso gradual. No se trata de blanco o negro. Pero ayer fue un gran paso adelante en las operaciones sobre el terreno”, agregaron.

Al lanzar el ataque, el gobierno israelí desafió las amenazas de sanciones de la Unión Europea y las advertencias –incluso de algunos de los propios comandantes militares israelíes– de que invadir la ciudad de Gaza podría ser un error. Sin embargo, Washington ofreció su aparente aprobación, transmitida por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien estuvo esta semana en Israel.

Al tiempo que la ofensiva militar israelí prosigue, se suman las denuncias dentro de la comunidad internacional. En este sentido, este martes una Comisión de Investigación de las Naciones Unidas concluyó que Israel había cometido genocidio en Gaza.

“Es evidente que existe la intención de destruir a los palestinos en Gaza mediante actos que cumplen los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio”, declaró Navi Pillay, presidenta de la comisión de investigación sobre el territorio palestino ocupado en Israel.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel reaccionó de inmedato rechazando el informe de la comisión, calificándolo de “distorsionado y falso”. Pero la invasión de la ciudad de Gaza también está generando un fuerte rechazo dentro de varios sectores de la sociedad israelí.

Organizaciones de derechos humanos locales emitieron un comunicado este martes instando a las autoridades del gobierno a cancelar la orden de evacuación masiva de la ciudad de Gaza, alegando que dicha orden constituye un desplazamiento forzado y una limpieza étnica de la población palestina.

Según informó el diario Haaretz, las organizaciones, entre las que se encuentran la Asociación por los Derechos Civiles en Israel, Médicos por los Derechos Humanos, Gisha y Adalah (Centro Legal para los Derechos de las Minorías Árabes en Israel), afirmaron que las órdenes se están implementando en una zona donde se declaró un estado de hambruna masiva y tienen como objetivo “desplazar a una población exhausta y hambrienta que no tiene dónde huir”.

También en la noche del martes se manifestaron miles de personas, integrantes del Foro de Rehenes y Familias de Desaparecidos, frente a la casa de Netanyahu en Jerusalén. Las familias habían anunciado previamente que se congregarían en los alrededores de la residencia del primer ministro tras los anuncios de la intensificación de la operación a gran escala en la ciudad de Gaza, una medida que, según ellas, pone en peligro la vida de sus seres queridos.

Sobre el tema de los rehenes, en la madrugada del martes, Hamas emitió un comunicado en el que calificó a Netanyahu de ser un “criminal de guerra” y de tener “plena responsabilidad por la vida de sus prisioneros en la Franja de Gaza”. “El destino de los cautivos del ejército israelí en la Franja de Gaza lo decide el gobierno terrorista de Netanyahu”, declaró Hamas.

“La destrucción sistemática y la campaña fascista de aniquilación que sufre Gaza también amenazan la vida de los soldados israelíes capturados”, agregaron desde la organización palestina.

Críticas internas desde sectores empresariales y sindicales

En un movimiento por demás significativo, este martes el Foro Empresarial Israelí, una entidad compuesta por más de 200 dueños y directores ejecutivos de importantes empresas israelíes, afirmó en un comunicado publicado por medios locales que “la política gubernamental liderada por Netanyahu está llevando al Estado de Israel a una crisis económica y política peligrosa y sin precedentes”.

Los líderes del foro hicieron referencia al discurso de Netanyahu del lunes, en el que el mandatario afirmó que Israel se encuentra en una “especie de aislamiento político” y que tendrá que producir sus propias armas “y convertirse en una superesparta”.

De acuerdo con la asociación empresarial, “esto no es Esparta, y esta visión dificultará la supervivencia de Israel en un mundo globalizado en desarrollo”.

El comunicado del foro detalló que “la economía israelí está mostrando resiliencia a pesar de los desafíos políticos y de seguridad, pero esta resiliencia no puede durar eternamente. El gobierno debe promover urgentemente el fin de la guerra más larga de la historia de Israel, la liberación de todos los rehenes, el anuncio de una comisión estatal de investigación [sobre los sucesos del 7 de octubre] y la fijación de una fecha para las elecciones en el futuro inmediato”.

Hablándole directamente a Netanyahu, los líderes empresariales expresaron: “Caminamos con confianza hacia un abismo político, económico y social que pondrá en peligro nuestra existencia en la Tierra de Israel. Debe detenerlo”.

Por otra parte, y también haciendo alusión a los dichos de Netanyahu comparando a Israel con Esparta, el presidente de la Histadrut, Arnon Bar-David, la mayor central de trabajadores israelí, dijo que el pueblo se encuentra “agotado” de la guerra.

“No quiero que seamos Esparta”, declaró Bar-David en una reunión sindical. “Quiero vivir en un país que ve el futuro de sus hijos y ciudadanos. Debemos esforzarnos por hacer crecer la economía israelí y hacerla avanzar”, agregó. El líder de la central de trabajadores dijo además que quiere “ver que nuestros líderes sepan hacia dónde lleva al Estado de Israel”. “Merecemos la paz. La sociedad israelí está agotada y nuestra posición en el mundo es muy mala”, concluyó.