El avance del ejército israelí sobre la ciudad de Gaza, con un millón de habitantes, ha forzado el desplazamiento de decenas de miles de personas que tuvieron que elegir entre el sur de la Franja, que está superpoblado por los sucesivos desplazamientos, y otros campamentos de refugiados más cercanos que se encuentran en condiciones similares de hacinamiento.

Uno de estos es el de Al Shati, en las playas de la ciudad de Gaza, donde las carpas improvisadas se amontonan junto a los edificios.

Este jueves los bombardeos israelíes impactaron en diez de esos edificios, informó la agencia Efe. Hubo órdenes de evacuación previas, pero los habitantes de la ciudad no tienen a dónde ir.

A lo largo del día murieron 46 personas tanto en este ataque como en la ofensiva israelí en dos barrios de la ciudad de Gaza, Mukhabarat y Al Nasr.

Al tiempo que se intensifica la ofensiva, también se hace cada vez más explícito un discurso que se aleja de la posibilidad de la resolución del conflicto entre israelíes y palestinos.

En Cisjordania, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, firmó este jueves un plan de asentamientos de colonos judíos en tierras palestinas, en la zona llamada E1. Este proyecto, que prevé la construcción de más de 3.000 viviendas y 35.000 nuevos residentes, divide Cisjordania en dos y la separa de Jerusalén, la ciudad que tanto israelíes como palestinos reclaman como capital de su Estado.

“Dijimos que no habría un Estado palestino y, de hecho, no habrá un Estado palestino. Este lugar nos pertenece”, dijo Netanyahu en el acto en el que firmó esta resolución, en el asentamiento Maale Adumim, según Europa Press. Junto a la firma del primer ministro, agregó la suya el titular de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich.

Por su retórica contra la población de Gaza, Smotrich fue sancionado esta semana por España, así como otro ministro ultraderechista israelí, el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.

Estas sanciones incluyen también la prohibición de importación de productos elaborados en asentamientos israelíes ilegales en territorio palestino y el impedimento de utilizar el espacio aeroportuario español a todo transporte aéreo involucrado en la ofensiva en Gaza.

Al anunciar estas medidas, Sánchez distinguió entre “el derecho de Israel a existir, a garantizar su seguridad y a prosperar”, que cuenta con su apoyo, y las prácticas de “bombardear hospitales y matar de hambre a niños y niñas inocentes”, que motivan las sanciones.

Pero Netanyahu se enfocó en otro pasaje de ese discurso de Sánchez ante los parlamentarios: “España, como saben, no tiene bombas nucleares, tampoco tiene portaaviones ni grandes reservas de petróleo. Nosotros solos no podemos detener la ofensiva israelí. Pero eso no significa que vayamos a dejar de intentarlo. Porque hay causas por las que merece la pena luchar, aunque no esté en nuestras únicas manos ganarlas”.

Según la lectura de Netanyahu, difundida en la cuenta de su oficina, Sánchez dijo “que España no puede detener la batalla de Israel contra los terroristas de Hamas porque ‘España no tiene armas nucleares’”. El primer ministro israelí concluyó que “esa es una flagrante amenaza genocida contra el único Estado judío del mundo”.

“Al parecer, la Inquisición española, la expulsión de los judíos de España y el asesinato sistemático de judíos en masa durante el Holocausto no le bastan a Sánchez. Increíble”, agregó.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de España calificó de “falsos y calumniosos” los comentarios de la oficina del primer ministro israelí. Señaló que “el pueblo español es amigo del pueblo de Israel y del pueblo de Palestina” y recordó que el actual gobierno fue el que adoptó la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto y aprobó el primer Plan Nacional contra el Antisemitismo.

Ataques contra activistas

El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani, dijo que le transmitió a su par israelí, Gideon Sa’ar, su petición expresa de que se garantice el “respeto” a los activistas que viajan en la Global Sumud Flotilla a llevar ayuda humanitaria a la población de Gaza.

La flotilla está compuesta por más de 30 embarcaciones en las que viajan unas 600 personas. Entre ellas, la que ha tenido mayor visibilidad es la activista sueca Greta Thunberg, pero también forman parte de esta acción 58 italianos, entre ellos un diputado, un senador y dos diputadas del Parlamento Europeo. También participan dirigentes de otros países, como la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau.

El miércoles, el Ministerio del Interior de Túnez informó que un segundo ataque una embarcación de esta flotilla, que había atracado en un puerto de ese país, fue “premeditado”. El caso se está investigando. Según los organizadores, dos de sus barcos, Familia y Alma, fueron atacados con drones, en menos de 24 horas, en aguas de Túnez.