Este lunes, en Caracas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ofreció una conferencia de prensa a medios internacionales en la que abordó como tema principal el despliegue de barcos estadounidenses cerca de sus costas, una acción que el mandatario calificó como “la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años”.
Maduro detalló que la acción militar estadounidense que se está desarrollando en el mar Caribe consta de “ocho barcos militares con 1.200 misiles” y un submarino con capacidad de defensa nuclear. El mandatario describió la acción como “extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal” y afirmó que, ante esta “máxima presión militar”, Venezuela declara la “máxima preparación para la defensa”, de acuerdo a lo que recogió la cadena Telesur.
Durante toda su intervención, Maduro se dirigió de manera muy respetuosa al presidente estadounidense, Donald Trump, y, en cambio, fue muy duro con el secretario de Estado de la Casa Blanca, Marco Rubio, a quien acusó de querer que haya una guerra en la región. “Mr. President Donald Trump, usted tiene que cuidarse porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre con sangre suramericana, caribeña; con sangre venezolana”, declaró el presidente venezolano.
El 19 de agosto, el gobierno de Trump confirmó un despliegue inicial de al menos tres buques destructores, con alrededor de 4.500 soldados a bordo, incluidos 2.200 infantes de marina, en aguas cercanas a las costas venezolanas, recordó el portal France24.
Una semana después, dos fuentes del gobierno estadounidense dijeron que Trump había ordenado un despliegue mayor de buques de guerra en el sur del Caribe.
Entre los nuevos navíos para el despliegue en la región se encuentran el USS Lake Erie, un crucero de misiles guiados, y el USS Newport News, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear.
En todo momento, desde la Casa Blanca se argumentó que estos movimientos militares pretenden combatir el narcotráfico.
De hecho, a comienzos de agosto, el Departamento de Estado estadounidense aumentó de 25 a 50 millones de dólares la recompensa que se ofrece por información que conduzca al arresto de Maduro, a quien desde Washington se acusa de ser la cabeza del Cártel de los Soles, una presunta organización dedicada al narcotráfico.
En este contexto, se realizó este lunes una cumbre virtual de cancilleres de la mayoría de los países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en la que el único tema que se discutió fue el despliegue naval estadounidense.
En esta instancia, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Rosa Villavicencio, resaltó la importancia de preservar la paz en la región, en respuesta a la presencia de buques de Estados Unidos en el Caribe. “Ningún gobierno latinoamericano que se respete debe solicitar ni celebrar una invasión extranjera; los problemas de los latinoamericanos y caribeños los resolvemos los latinoamericanos y caribeños”, expresó la jerarca que integra el gabinete del presidente Gustavo Petro.
Los cancilleres acordaron que la paz, la estabilidad y la cooperación entre naciones son principios irrenunciables, y que únicamente el multilateralismo y la diplomacia ofrecen las vías legítimas para superar las tensiones en la región.