No sabemos qué es lo que pasa en el país en materia de siniestralidad y lesividad vial. No hemos visto los informes trimestrales y semestrales, ni el impacto de la pandemia en la siniestralidad y lesividad vial. Efectivamente, como han definido la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud desde hace años, se trata de “una pandemia oculta”. Pero ¿es una pandemia oculta u ocultada?

Hoy hay un vacío de información sobre lo que está ocurriendo con los lesionados en nuestras vías públicas. Ya no vemos ni datos ni análisis, y menos aún informes. Y lo que es peor, tampoco se muestran planes con metas específicas a cumplir en un período. Todo esto ocurre durante la XIII Semana Nacional de la Seguridad Vial.

Todo parece oculto. Volvimos a los tiempos en que los siniestros de tránsito sólo eran parte de la crónica policial de los grandes medios. Sin embargo, el problema subsiste y golpea duramente a nuestra sociedad, a nuestros ciudadanos, a quienes llevan la carga de un drama social que, paradójicamente, se puede evitar.

Hoy hay un vacío de información sobre lo que está ocurriendo con los lesionados en nuestras vías públicas. Ya no vemos ni datos ni análisis, y menos aún informes.

La Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) nació para poner el tema en forma permanente en las agendas públicas mediante la creación de una Política Nacional de Seguridad Vial. Dicha política, basada en las buenas prácticas en la materia, permitió que descendieran las cifras de mortalidad por estas causas en la última década. Este camino recorrido ha colocado al país liderando la región en materia de resultados en políticas preventivas.

Pero los resultados pueden ser aún mejores si evitamos el fraccionamiento en la aplicación nacional de las leyes y normas que salvan vidas.

Por ello es nuestro interés que se den a conocer las cifras y los datos de siniestralidad, así como los presupuestos, planes y metas que se hayan establecido en la Unasev.

Gerardo Barrios fue presidente de la Unasev.