El 17 de mayo se celebra el Día de la Vivienda Rural, en homenaje a la fecha en que se creó Mevir, en 1967, con el nombre de Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural. Esta denominación ya no representa lo que viene haciendo desde hace décadas esta persona pública de derecho privado, ya que ha expandido su cometido a la resolución de múltiples aspectos relacionados con la vivienda y el hábitat de la población rural del país.

Actualmente dicha institución, de gran prestigio social, está presidida por el arquitecto Juan Pablo Delgado, quien desde el comienzo de su mandato, coincidiendo prácticamente con la declaración de emergencia sanitaria por parte del Poder Ejecutivo, tuvo la capacidad de incorporar rápidamente un protocolo sanitario y así darle continuidad al trabajo de la institución en el territorio nacional.

Asimismo, con empatía hacia aquellas personas que estaban atravesando dificultades económicas debido al impacto negativo de la pandemia de covid-19 en lo laboral, se resolvió no generar multas por la mora en el pago de las cuotas de abril y mayo; tampoco se realizaron acciones judiciales por el no pago de esas cuotas, entre otras medidas.

A lo anterior debe agregarse las dificultades institucionales que se tuvieron que afrontar. Una de ellas fue que al 1o de marzo de 2020 Mevir se encontraba en una situación de sobreejecución presupuestal en el quinquenio de 700 millones de pesos; otra fue el costo de las viviendas, que se incrementó 30% en términos reales en los últimos cinco años, alcanzando su pico máximo en 2019 con un costo de 2.300 unidades reajustables. Este contexto exigió al presidente y al equipo que lo acompaña impulsar controles más estrictos en lo presupuestal y financiero para permitir que la institución siguiera en marcha.

Con esfuerzo y responsabilidad la institución logró las metas de los distintos programas que se determinaron para el mejoramiento integral del hábitat de la población que vive o trabaja en el medio rural durante 2020; entre nuevas soluciones y mejoramiento del stock se alcanzó a 767 intervenciones, distribuidas en todo el territorio nacional.

Además de estas soluciones habitacionales, Mevir realizó mediante convenios 30 obras. Entre los organismos conveniantes se destacan los siguientes: Administración de los Servicios de Salud del Estado, Administración Nacional de Educación Pública, Instituto Nacional de Colonización, Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Es importante destacar que muchas de estas obras refieren a infraestructuras comunitarias, por lo que los resultados del accionar de Mevir van más allá de los beneficiarios directos, es decir, la población que finalmente ve mejorada su condición de vivienda, tanto en materialidad como en espacios o servicios.

En este sentido, en 2020, 426 familias de pequeñas localidades fueron beneficiadas con la construcción o refacción de infraestructura comunitaria como policlínicas, escuelas y Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF).

Ahora, ¿qué visión tiene Mevir para el año 2021 y siguientes? Los lineamientos estratégicos, que tienen el objetivo de contribuir al desarrollo comunitario de la población que vive en el medio rural y en las pequeñas localidades del interior del país, son los siguientes.

En primer lugar, reinstalar el relacionamiento interinstitucional con las intendencias y municipios de todo el país, algo que fue práctica común en la historia de Mevir y que se había dejado de lado en los últimos años.

En segundo lugar, mantener las condiciones de habitabilidad de las viviendas optimizando recursos que permitan una reducción de costos en su construcción.

En tercer lugar, profundizar la política activa de recuperación y readjudicación de viviendas vacías, cumpliendo así con el cometido de una buena administración del patrimonio de la institución, y a la vez otorgar más soluciones habitaciones para nuestra población objetivo.

En cuarto lugar, potenciar el apoyo a los participantes con necesidad de intervención mediante unidades productivas (salas de ordeñe, galpones para la producción y otras obras a demanda).

En quinto lugar, incluir nuevas familias mediante la revisión de los criterios de selección y adjudicación a la población objetivo.

Además de estos lineamientos, y con la aprobación de la ley de urgente consideración, se amplió el marco de actuación de Mevir, pasando a intervenir en localidades de hasta 15.000 habitantes. Con este cambio, que busca dar respuesta a una nueva ruralidad ampliada, Mevir incrementa su cobertura territorial a 26% (antes era 16%) de la población, es decir, 40 localidades se agregan al marco de intervención, pero no todas tienen perfil rural.

Como conclusión, es importante precisar que la actual Administración entiende Mevir como una empresa de construcción de comunidad, que tiene la oportunidad de ser una herramienta vital para el desarrollo comunitario del interior del país, en el entendido de que brinda una vivienda de calidad a las familias, pero también proporciona servicios comunitarios mediante la construcción o refacción de policlínicas, escuelas, CAIF, entre otras instalaciones.

Nicolás Silva Boniatti es abogado e integrante de la Agrupación 410 Leandro Gómez, Partido Nacional.