En la diaria del día 27 de abril pasado se publicó un artículo informativo con el título “Consejo Causa Armenia del Uruguay no comparte la decisión del ministerio de haber agendado la visita del canciller turco para el 22 y 23 de abril”. El contenido de dicho artículo, en términos generales, coincide con un artículo publicado por El Observador el día anterior con el título “Tras gesto racista del canciller turco, cónsul de Armenia en Uruguay apunta a Bustillo por la visita”.
La visita del ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, la semana pasada, generó hechos políticos que sorprendieron por lo desatinado de la conducta de un canciller en el marco de una visita oficial a un estado soberano. Los gestos de dicho canciller identificándose con los Lobos Grises de su país, organización racista, xenófoba y paramilitar que ha asesinado a víctimas inocentes por el solo hecho de disentir con las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Recep Tayyin Erdogan, generó una respuesta inmediata de rechazo y repudio de la sociedad uruguaya. Esta se expresó a través de sus autoridades, de todo el espectro político incluyendo todos los partidos con y sin representación parlamentaria, así como de organizaciones sociales, sindicales y personalidades defensoras de los derechos humanos en Uruguay.
La actitud desatinada e irracional del ministro Çavuşoğlu trascendió fronteras y la triste imagen fotografiada de su sonrisa haciendo el gesto de esta organización racista dio vueltas al mundo siendo retomada por la prensa y denunciada en otros países.
Además de los hechos anteriormente relatados, se han elevado voces en la comunidad armenia de Uruguay con críticas hacia algunas autoridades uruguayas. En particular, dichas críticas están centradas en la decisión del Ministerio de Relaciones Exteriores de haber actuado con “ingenuidad” al haber acordado esta visita en el contexto de los actos de conmemoración del 107° aniversario del Genocidio del Pueblo Armenio cometido por el gobierno turco-otomano entre 1915 y 1923.
La contradicción principal no es entre la comunidad armenia y las autoridades uruguayas. La contradicción fundamental sigue siendo entre la armenidad y la ideología panturquista.
Estas posiciones desplazan el foco de atención del principal punto que debe ser invocado: lo inadmisible e insensato de la actitud del ministro turco y la demostración de la ideología que encierra dicho acto. Este hecho político es un ejemplo más que se suma a tantos otros de un régimen que no admite la disidencia, persiguiendo y asesinando oponentes con organizaciones paramilitares amparadas por el gobierno turco. Las actuales autoridades de la República de Turquía siguen soñando con el imperio que alguna vez fueron y no renuncian al panturquismo con el objetivo de unificar cultural y políticamente a todos los pueblos túrquicos. La República de Armenia y la República de Artsaj geopolíticamente constituyen un obstáculo para sus intereses dado que se encuentran entre Turquía y Azerbaiyán. Sueñan con la desaparición del pueblo de Armenia y Artsaj de sus tierras ancestrales.
Sería un grave error responder al hipernacionalismo xenófobo y patológico de esta ideología con un hipernacionalismo irracional de la contraparte armenia, cuestionando a quienes en los hechos han demostrado apoyar nuestra causa.
Por lo anterior, resultan inadecuados y desacertados los mensajes transmitidos en los artículos publicados en la prensa uruguaya señalados al inicio. Uruguay, sus autoridades y su pueblo han dado a lo largo de la historia pruebas más que suficientes de su adhesión a la causa del pueblo armenio. Pretender que en virtud de ese apoyo Uruguay y sus autoridades prioricen nuestros reclamos sobre los intereses del pueblo uruguayo, de mejorar su economía, de abrirse al mundo, es un error estratégico y de inmadurez política que podría tener consecuencias negativas sobre nuestros reclamos.
La imagen que la comunidad armenia de Uruguay forjó a través de generaciones que nos precedieron se hizo con el trabajo y el compromiso de miles de armenios y sus descendientes que Uruguay recibió abriéndose a nuestros abuelos y padres cuando ellos buscaban nuevos horizontes para reconstruir sus vidas.
Reflexionar sobre estos puntos es una tarea que hoy se impone. La contradicción principal no es entre la comunidad armenia y las autoridades uruguayas. La contradicción fundamental sigue siendo entre la armenidad y la ideología panturquista simbolizada el pasado sábado en el gesto del ministro Çavuşoğlu. Hay algunos que con sus posturas comprometen el porvenir de nuestra justa causa. Como decíamos en el título: no le están dando en el clavo.
Carlos Ketzoian es médico neurólogo, presidente de la Organización Multi Institucional Armenia del Uruguay. Diego Karamanukian es comunicador y secretario de la mencionada organización.